NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Credere, obedire, combattere...

Ya es un secreto a voces que Florentino ha puesto sus complacencias en Capello para reconstruir este Madrid que tan grande fue y que se cae a ojos vistas. Capello estuvo una sola temporada en el Madrid, pero dejó un gran recuerdo, sobre todo en esos sectores del madridismo, amplios, a los que mueve una cierta pulsión autoritaria. Mano dura, se dice. Para eso vino Camacho pero se marchó, porque no se sintió respaldado. Como tampoco Luxemburgo, ni los demás. Capello también es hombre de mano dura. Su lema es el mussoliniano credere, obedire, combattere. Creer, obedecer, combatir. ¿Le respaldarán a él?

Lo sabremos según se atienda su carta de peticiones, que ya se ha conocido: Gerrard y Vieira para la media, Ibrahimovic y Adriano para el ataque. Capello sabe pedir, desde luego. Recuerdo que cuando Camacho esperaba a Vieira se encontró de un día para otro con Owen y eso le desfondó. A Capello no le ocurrirá, porque sabe ser insistente, porque sin garantías no vendrá y porque Florentino ya habrá asumido dentro de unos meses que el equipo se le cae, cosa de la que me temo que aún no está convencido, pero sí en vías de. Su esperanza ahora es llegar a mayo como sea y luego colocarse con armas y bagajes en manos de Capello.

Un tipo duro, Capello. Cuando le incorporó Lorenzo, ya tenía fichados a Mijatovic y Suker, las dos estrellas foráneas de nuestro campeonato. A eso le hizo añadir el lateral derecho del Milán (Panucci), el izquierdo del Inter (RobertoCarlos) y el motor de la entonces triunfal Sampdoria (Seedorf), más el portero campeón del mundo en Italia 90, Illgner. Cuando hubo algún tropiezo convocó una conferencia de prensa para decir que con esa plantilla no se podía hacer más. Su llegada tendrá un lado bueno: con él no van a jugar a hacer la plantilla y el equipo Florentino y sus validos. Pero sólo vendrá si le compran lo que pide.