...si el Athletic echa al Madrid en Copa...

Dijo Churchill que los Balcanes producen más historia de la que pueden digerir. Así veo yo a este Madrid del florentinato tardío, en el que rostros de personajes llamados a permanecer se suceden a velocidad de vértigo. Hace un año aún no había llegado Luxa. Ahora no está. Vino para sustituir a García Remón, cuya elegante calma no se adecuaba a los usos que hoy emborronan la imagen del club. A Luxa acaba de sucederle López Caro, pero he aquí que al candoroso lebrijano ya le preparan sustituto en Benito Floro, desempolvado de un rincón de la historia y que a su vez nos llega bajo disfraz de sucesor de Sacchi, el que se fue y no ha sido.

Porque, se quiera o no, Benito Floro suena a eso: a que en la casa hay que tener a alguien para cuando el entrenador pierda un par de partidos. Me podrán asegurar que no es eso, que se trata, esta vez sí, la buena, la definitiva, palabrita del Niño Jesús, de que se ficha a alguien para otorgarle el mando y las responsabilidades que no se dieron a los anteriores. Pero con la mano en el corazón no puedo engañarles, y menos en las fechas en que estamos. Una cosa es que Florentino se haga trampas en los solitarios y otra que le ayudemos a engañarse. Para eso están otros, a los que ya me temo que paga por hacer tal cosa. Floro viene por si acaso...

...por si acaso el Athletic echa al Madrid de la Copa en la primera quincena de enero, para cuando está fijado el compromiso. O por si acaso hace falta más adelante. Al hablar de Floro o de López Caro me mueve el respeto que se debe a cualquier profesional que está ante una gran oportunidad, pero al tiempo no puedo apartar mi mente de la evidencia de que están sumidos en un sistema perverso, absurdo y confuso, en un planeta errante del que han ido saliendo eyectados sucesivamente Del Bosque, Valdano, Camacho, García Remón, Luxemburgo y Sacchi. Ahora me quieren vender otra bacalá. Pues ojalá acierten. Feliz Navidad.