Las peñas darán una lección
Desde que he conocido de primera mano a las peñas me siento un privilegiado. Ellas personifican como nadie el verdadero madridismo, mamado desde la cuna (muchos hacen socios a sus bebés desde el día de su nacimiento) y alimentado en sus entrañables aniversarios, donde los langostinos y el cordero son tan venerados como Ronaldo y Raúl. Todos sus miembros viven por y para la supervivencia de la peña. Recaudan fondos hasta debajo de las piedras y cuando acuden al Bernabéu se dejan la garganta animando a sus galácticos. Son el alma del club y la columna moral que sostiene la estructura del Imperio.
Esta noche batirán el récord de asistencia. Llegan desde el otro lado del charco (EE UU y Puerto Rico), de Europa (Suiza, Bélgica, Francia...) y hasta veremos unos peñistas de Gibraltar... ¡Español! Es llamativo que andaluces, mis paisanos manchegos y los extremeños sean los más numerosos. Pero no olvido a los que llegan por carretera desde la Comunidad Valenciana y Cataluña. Ser madridista en territorio comanche puntúa triple. En este 19-N darán una lección de unidad y festejarán la victoria ante el Barça con señorío. Aquí no se tiran cabezas de cochinillo. En todo caso, nos las comemos. El Madrid dará un golpe de autoridad y va a dejar claro ante el mundo entero que fue, es y seguirá siendo el rey del fútbol español. Tener a Ronie, Beckham, Raúl, Zizou y Casillas es como si Sabonis fuese el rey de los gnomos. El Barça sólo es un meritorio aspirante a la corona.