Ronie es el David de Miguel Ángel
Ronaldo ha dado sentido a nuestras estresadas vidas. En estas semanas de interruptus liguero, tipos como el brasileño de la alegre figura salen al rescate para devolvernos la fe por un mundo mejor. Fíjense en la imagen de Ronie, on the left, trotando (correr es de cobardes) por Las Rozas. Así se empieza a ganar al Barça. Si yo fuera Oleguer estaría temblando. Vean la seguridad de su mirada, su conciencia sin lamentos, su capacidad impagable para dejar claro que no hay motivo para la desazón, que lo de la gripe aviar es pasajero, que los huracanes caribeños no volverán hasta el año que viene y que siempre existirán héroes como él que reivindicarán el fútbol 5 Estrellas, la comida de culto y la siesta. Si uno volviera a nacer, de mayor quisiera ser como Ronaldo. N o me quito de mis avejentadas retinas la imagen de la página 14. No es Ronaldo, es El David de Miguel Ángel. La rocosa rodilla izquierda (cuyo ligamento tibio-peroneo se rompió en el derby de las maravillas, 0-3) es clavada a la de la histórica obra de 409 centímetros que reposa en Florencia desde 1504. La definición de la imponente estatua tallada en mármol de Carrara le vale al Shrek de las áreas: "El equilibrio queda roto con un ligero contraposto, con la pierna izquierda adelantándose a la derecha y un sereno movimiento centrípeto con líneas de fuerza que vuelven al bloque. La cabeza mira hacia su izquierda, manteniendo los ojos fijos en su objetivo...". ¿Saben cuál es? Meterle dos golazos a Víctor Valdés y dar la vuelta al ruedo mágico del Bernabéu. O Rei.