Robinho sí desafía al Barça
Lo bueno de fichar a un jugador con luz propia como Robinho es que, además de hacer virguerías con la pelotita, demuestra una personalidad y una entereza en el escaparate mediático impactantes en un crío de 21 años. Le preguntan por Messi para que se pique y ni se inmuta. Le dicen que si el Barça juega mejor y te sale, con toda la razón del mundo, con que el Madrid tiene medio equipo lesionado y que los azulgrana están con toda la artillería. Esa frase lapidaria ("ya veremos al final de la temporada quién gana los títulos") logrará que el Bernabéu le haga muy pronto la ola.
Entiendo, aunque me aburre, la política de no agresión que Florentino lidera cada vez que se acerca un clásico con el Barça. Pero lo del cochinillo, los dos partidos del Camp Nou no cumplidos, la guerra de despachos en la LFP por Messi... A mí no me engañan. Laporta y Florentino comerán en Jockey, se darán un abrazo e intercambiarán regalos. Un chau-chau saludable y necesario, pero ajeno al calor de la grada. Por eso Robinho ha hecho bien de hablar para su torcida. La que sueña con un 4-0 el 19-N...