El derby que sólo duró seis minutos

Minuto seis: penetración de Raúl por el callejón derecho, perseguido por Antonio López; zancadilla y penalti. Penalti y expulsión. ¿Expulsión? Esto último es lo que discuten muchos, pero el Reglamento habla de falta que corta una ocasión inminente de gol, y ése era el caso. Otra cuestión es que no nos guste esa norma, inventada para resolver el mal sabor de boca que dejaban los derribos fuera del área al jugador que se iba solo a puerta. El tiro libre parecía poco castigo para eso. De ahí lo de la expulsión. Pero llevarlo al área fue un exceso. Las faltas en el área están suficientemente castigadas con el penalti. Eso habría que revisarlo.

El derby en realidad acabó ahí. Le quedaron detalles. Pocos detalles, porque venimos de jornada internacional, y eso lo notan mucho los jugadores. Alguno lo notó patéticamente: Zidane. Fue lastimoso verle así. Otro se sobrepuso con un coraje ejemplar: Petrov. Se mató. Al perder el Atlético su lateral izquierdo, Bianchi obligó al búlgaro a cubrir las dos funciones. Craso error. Sacrificó una de sus mejores piezas. Era su segundo error de la noche: el primero había sido sacar al Atlético muy timorato, lo que permitió envalentonarse al Madrid. Así no salió el Atlético ante el Barça. Ante el Barça salió a por todo. ¿Por qué no ayer?

Más cosas: imponente Pablo García, que se hace con los hilos de este equipo. Magnífico Guti cuando salió, y ya pudre que en este equipo siempre tengan preferencia los nombres ante los que están en forma. Más: la guerra de los nueves la ganó Ronaldo. Torres tuvo otro de esos partidos esforzados en los que se ve desasistido y rodeado por rivales, tratando de convertir el poco juego que le llega en peligro. Ronaldo, al revés: vivió cómodo, se apuntó dos goles más en la tabla y sólo le sobró un minuto, el último, en el que se dañó. Aparte de eso, magnífico balance para el Madrid, que salva esta jornada post virus FIFA de la mejor manera.