NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Asalto plebeyo al olimpo deportivo

El COE, territorio tradicionalmente dominado por la aristocracia (hereditaria y/o del dinero), ha cambiado de manos. Su nuevo presidente es Alejandro Blanco, titular de la Federación de Judo y figura escogida por el colectivo de federaciones olímpicas para ocupar y reformar este organismo, hasta ahora una fachada respetable sin nada dentro. "Una agencia de viajes que funciona una vez cada cuatro años", solía decirse. Las federaciones olímpicas han organizado desde hace algún tiempo este asalto, primero trabajando en la reforma de los estatutos, que les ha dado más poder electoral, luego haciendo uso de ese poder.

Para la continuidad del viejo estilo existía un personaje ideal: Urdangarín, medallista olímpico y yerno real. Pero fue arrogante en su trato con los que ayer tomaron el poder. Pretendió ser presidente del COE sin contar con ellos. Cuando vio que no podría ser abandonó y los que veían con inquietud la irresistible ascensión del grupo de Blanco idearon la candidatura de Mercedes Coghen, una mujer joven de buen perfil, también medallista olímpica. Con fácil acceso, por mujer y por medallista, al COI, vendieron. Pero había algo artificioso, de improvisación tardía, en el intento. Y Mercedes Coghen ha obtenido una digna derrota.

Ahora hay cierta inquietud en las esferas bien pensantes del deporte español, donde se teme el ímpetu alborotador de los nuevos ocupantes del COE. Digo yo que quizá no sea tan malo, después de tanto inmovilismo. Pero sí hay motivo para inquietarse por algunos siniestros apoyos de la candidatura ganadora, tras cuyo éxito ya hacían ayer bandera tipos como Cortés Elvira, perejil de tantas salsas, o Villar, que ha aprovechado el revuelillo para enchufar a su hijo Gorka también en este huerto. La Secretaría de Estado está expectante. Pero en todo caso, han ganado los que se han esforzado en hacerlo. El COE, para el que lo trabaja.