NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Ahora puede llegar la tranquilidad

El Madrid estuvo a punto de despeñarse. En el descanso perdía 0-1, estaba en zona de descenso, no había jugado nada y la presentación de Wood-gate estaba resultando patética. Todo eso ante un Athletic de guante blanco (hasta que se enfadó con el 3-1 y se puso a pegar con mala uva) que salió a tocar y a adelantar líneas, ofreciendo entre la defensa y su portero los cuarenta metros que Ronaldo necesita para ganar los partidos. El estilo de juego bien hecho, masticado y fácil del Athletic, aunque corto de remate, contrastaba con el Madrid, desdibujado, absurdo, horroroso. Sin nada de nada de nada.

Cambió en el descanso, de la mano de Guti, el Guti que todos queremos ver, del optimismo recuperado con el gol de Robinho, y de la casta general, premiada con dos goles de Raúl, que reclama su pervivencia como estandarte de este equipo. Y como estamos a principios de temporada, el Madrid se eyectó con esos tres puntos de la zona de descenso al límite de la de Champions. Ahora puede mirar el futuro con mejor cara. Sobre todo si Luxemburgo empieza a mirar a Guti con mejor cara que a Gravesen, que está negado. Y también si pensamos que Casillas ha vuelto. Otra vez hizo paradas decisivas.

¿Y Woodgate? Habrá que juzgarle con indulgencia, pero fue un horror. Antic decía bien en la SER que es difícil esperar que después de tanto tiempo sin jugar un defensa tenga las referencias y el timing necesarios. Recomendaba para él tres meses en el Castilla, idea que rondó por la cabeza de Luxa. La presentación fue, desde luego, infame y desgraciada. Un gol y una expulsión que, dicho sea de paso, pudo llegar antes, porque la primera amarilla era más que naranja oscuro. Todo el mundo dice que ahí hay un gran central y habrá que creerlo. Pero me parece que va a necesitar mucha paciencia.