Desplome y a seguir sufriendo
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Asignatura suspendida. El Atlético no sabe ganar los partidos fuera de casa. La ausencia de su muralla defensiva, Pablo-Perea, la acusó demasiado en un segundo tiempo desastroso. Bianchi tiene que empezar a analizar qué le pasa a este equipo en las segundas partes. Se hundió frente al Zaragoza, naufragó ante el Deportivo y también sufrió mucho ante el Barcelona, si bien es verdad que fue después de la expulsión de Pablo. Ayer hubo caída en picado, porque el Atlético hizo cuarenta y cinco minutos magníficos, primorosos, una exhibición. Parecía un equipo grande, metió dos goles, funcionó a la perfección la conexión Petrov-Torres, y Kezman exhibió sus dotes de finalizador. Vamos, que el Atlético jugó el primer tiempo como un candidato a la Liga.
Ycuando menos lo esperabamos, apareció la peor cara del Atlético, se echó atrás y no sé muy bien por qué, desapareció el centro del campo y la defensa se resquebrajó como si fuera de mantequilla, no supo rematar a la Real y se desinfló. Fue un desplome en toda la línea. Empezamos a acordarnos de Pablo y Perea al tiempo que la Real remontaba el partido y Kovacevic se convertía en una pesadilla. El Atlético pasó del cielo al infierno y perdió un partido que tenía controlado en el descanso. Este Atlético en construcción aún no sabe ganar fuera, apunta cosas gracias a su trío de ataque, pero volvió a las andadas y al descontrol, y no supo defender lo que tenía en sus manos. Los males todavía no están curados y habrá que seguir sufriendo.



