La mejor final de la Supercopa

Una final de la Supercopa entre el Portland y el Valladolid denota la excelente salud de nuestro balonmano. Campeón de Liga (Portland) contra campeón de Copa (Valladolid). Dos grandes en una superfinal, donde no están otros dos que presumen de ser aún más grandes: Barcelona y Ciudad Real. Ambos, haciendo honor a ello, eran los habituales equipos que jugaban la Supercopa en los últimos años. Pues ni uno ni otro están hoy en Málaga. Como tampoco, el Ademar León, otro gran club. Es lo mejor que le puede pasar a la Liga Asobal, una competición fuerte donde las haya y que depara resultados colosales. Al margen de títulos continentales de clubes, el Mundial de selecciones para España.

El balonmano español lleva unos años haciéndolo realmente bien. Siempre se habló de que se había desperdiciado el efecto Urdangarín, pero nunca supe bien en qué tenía que haber consistido ese efecto. Ya elevó en su día la audiencia en televisión cuando retransmitían un partido suyo, pero ¿qué más se podía hacer? Pues nada, porque un jugador solo no puede poner de moda un deporte del que ya se tiene amplio conocimiento de su existencia. Si ahora el balonmano crece en importancia e interés será porque España es campeona del mundo y porque hay clubes capaces de hacer la competencia a los más grandes. Esta Supercopa es el mejor ejemplo de ello. Pues a disfrutarla.