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Robinho por Owen y Sergio por Samuel

Después de un notable apretón y de las previstas emociones de última hora, el Madrid inscribió por fin anoche a Sergio Ramos como jugador propio. Es un defensa muy joven, de corta experiencia aún, aunque de apariencia fenomenal. Para algunos el precio es excesivo. Ante la impresión cada vez más extendida de que Woodgate por fin va a servir, hay incluso quien discute si ha sido acertado vender a Owen (goleador, Balón de Oro y excelente recambio para el ataque en una temporada larga) para invertir el dinero en una promesa defensiva. Todas las opiniones son respetables, pero yo creo que, unas cosas con otras, el Madrid mejora.

Porque no es Sergio Ramos por Owen. Veámoslo en conjunto. Donde estaba Owen está ahora Robinho. Donde estaba Samuel, está ahora Sergio Ramos. En ambas posiciones mejora espectacularmente el Madrid, que además ha incorporado a Baptista, que ofrece fuerza y goles (más o menos, según dónde se le ponga) más Diogo y Pablo García, que está claro que a Luxa no le entusiasman, pero que hacen plantilla. Y en enero vendrá Cicinho. Y para el ataque queda ahí un huequecito a disposición de Soldado, que estará en el Castilla pero que tendrá unas oportunidades que merece, ahora que Portillo se nos ha ido al Brujas.

¿Y el Sevilla? También caben dos puntos de vista. Uno, que tras la marcha de Reyes, ha dejado ir a sus dos principales valores en el plazo de un mes, y justo el año del Centenario. El otro es que trajo a Baptista por muy poco dinero y a Sergio Ramos por nada y que por ambos le ha sacado al Madrid cincuenta millones. Y, sobre todo, que no se puede retener a jugadores que no se quieren quedar, que han sentido en su ánimo la tentación de un fútbol de Champions, candilejas y portadas nacionales. Contra eso no se puede luchar, sólo negociar lo más posible y después hacer buen uso del dinero obtenido. Y de eso Monchi sabe más que nadie.