El proyecto despierta ilusión

Ilusión. Esa es la palabra. El proyecto Bianchi, trabajo, trabajo y trabajo, y gusto por el buen juego, y fichajes aceptables, ha motivado al pueblo atlético, que aguarda el debut del equipo entre colas y expectación. Se ha reforzado, parece que con acierto, el equipo de la pasada temporada. Se ha construido desde una base sólida: Leo Franco, Perea, Pablo, Antonio López y el Niño Torres, lo mejor del Atlético. Todos se han quedado y continúan en sus puestos, y eso es una garantía. A partir de ahí, y con la gente que se ha traído se puede empezar por lo menos a soñar.

El año pasado al Atlético le faltaron goles y fútbol. Por eso están ahí Gabi, y Maxi, y Petrov, y Galletti, y Kezman, la nueva pareja del Niño Torres. Son futbolistas capaces de devolver al Atlético a los puestos altos de la Liga española. Pero otras veces han llegado también al equipo futbolistas destacados que luego no han respondido a las expectativas creadas. Esta vez yo creo que hay un cambio importante, porque en el banquillo estará un técnico experto y de reconocido prestigio como Carlos Bianchi.

A mí particularmente me gustan el sentido común y la filosofía futbolística de Bianchi, un entrenador que lo ha sido todo en América pero al que se le ha resistido Europa. Me gusta el tipo de futbolistas que elige, sus buenas maneras con los jugadores, sus exigencias en los entrenamientos y el respeto que tiene por los jóvenes de la cantera. Estoy seguro de que los que destaquen van a tener sus oportunidades. Yo creo que una buena parte de la ilusión que despierta este proyecto atlético la tiene el acierto de fichar a Bianchi. Pero necesitará paz, tranquilidad y tiempo. Si se los dan, yo estoy seguro de que vamos a disfrutar con este Atlético que llega y que como dice su técnico está dispuesto desde la humildad a competir con los mejores. Que así sea.