Se cumple el sueño de Bernabéu
Santiago Bernabéu, ideólogo y creador de esta bendita locura llamada Real Madrid, estaría orgulloso si pudiese contemplar el plan de expansión mundial que Florentino y sus men in black han desarrollado para este Tour 2005. No debería olvidarse que aquel Madrid de la España en blanco y negro se convirtió en el mejor embajador con sus apariciones por Casablanca (así debería llamarse la futura Ciudad Deportiva), Suráfrica, Venezuela, Chile, Vancouver... ¡y hasta Los Angeles! Los Di Stéfano, Gento, Puskas, Pachín, Zoco, Amancio y compañía recibían encantados estos partidos, porque el dinero recaudado en esas giras se utilizaba para pagar las primas por títulos. ¡Mordían!
Por eso es digno de aplauso que el Madrid haya rescatado su concepto de universalidad. Los críticos que hace dos años se mofaban de los galácticos y de sus vueltas al mundo ahora aplauden que el Barça acepte limosnas (un millón de euros por partido) por jugar bolos descafeinados en Asia. Al Madrid le pagan cinco veces más y el ejército saldrá a la calle para evitar la histeria colectiva cuando lleguen Beckham, Ronaldo, Robinho y Casillas. Adoran al Madrid. Lo idolatran. Lo quieren ver. Palpar. Sentir. Asia ya está evangelizada. El Imperio USA caerá ahora. Son los nuevos superhéroes.