Es fácil provocar una columna de humo

Almería se esmera y disfruta con los Juegos Mediterráneos. En Brunete, un periodista de cuya amistad me honro ha reunido de nuevo a los ases del futuro. La Selección Sub-20 se bate el cobre en Holanda. Ciudades como Alicante y Oviedo disfrutan los ascensos de sus equipos emblemáticos. Pedrosa suma más puntos sobre su moto. Madrid y Tau preparan el decisivo choque de la final ACB. Valverde engrasa su bici, con la que hoy espera ser campeón de España. Boomerang Interviú gana el campeonato de Fútbol Sala. Ferrero salva otra eliminatoria en Wimbledon. Un domingo feliz en un país que disfruta el deporte.

En eso, la noticia mala. La noticia estúpida, dañina y absurda: ETA ha hecho estallar un coche bomba en la explanada del aparcamiento de La Peineta, el Estadio Olímpico de Madrid. Justo en el corazón del proyecto Madrid 2012. A once días del 6 de julio, la fecha en la que los 116 miembros del Comité Olímpico Internacional votarán a cuál de las cinco ciudades candidatas conceder la organización de los JJ OO 2012. La de Madrid es una buena candidatura, bien trabajada, con ventajas conocidas. Es lo que llama Lissavetzky el spanish model: consenso político, entusiasmo ciudadano. Lo que fue Barcelona 92, lo que es Almería 2005.

Pero el spanish model incluye esta pésima compañía, la ETA, que da sus últimos coletazos un tanto a locas, pero no a ciegas. La humareda aparecerá hoy en los telediarios de todo el mundo y su recuerdo aún estará fresco dentro de once días entre los miembros del COI, nos guste o no. A todos ellos hay que decirles que nos ayuden. Que la ETA está tan débil que en 2012 sólo será un recuerdo. Que una columna de humo la puede provocar cualquiera. Que lo que les esperará aquí en 2012 no serán columnas de humo, sino una ciudad entusiasta que se echó a la calle portando una bandera tan larga como sus ganas de recibirles.