El valor del trabajo bien hecho

El valor del trabajo bien hecho

Entusiasmados, y con motivos, como estamos todos con ese fenómeno que se llama Fernando Alonso, me parece de justicia guardarle un pedacito de protagonismo a otro piloto que nos hace sentir orgullos de ser españoles en la Fórmula 1. Pedro de la Rosa está protagonizando una temporada impecable dentro y fuera de la pista. Empecemos por lo primero. Como probador y tercer piloto de McLaren-Mercedes, un equipo con aureola de campeón, su trabajo es tan valioso como efectivo. Deja el coche y los neumáticos listos para los que corren y cuando le toca a él (Bahrain) se convierte en la referencia de la competición. Sabe muy bien, en definitiva, lo que tiene entre manos.

Pero aunque la competición es su prioridad (no podía ser de otro modo) yo no minusvaloro en absoluto su aportación a las brillantes transmisiones de Telecinco. Pedro está contribuyendo de forma determinante a hacer más accesible y popular un deporte tan complicado como desconocido para la mayoría. Y, lo que es más importante, con tanta precisión, mesura y certeza que nos convence de que casi nada de lo que ocurre en la pista es fruto de la casualidad o la improvisación. Defiende a su escudería, faltaría más, pero tampoco le duelen prendas en reconocer los aciertos de Alonso o de señalar los errores de Raikkonen. Pedro también hace grande a la F-1.