Dos partidos para coger seis puntos

España-Lituania esta noche, España-Bosnia el miércoles. Dos partidos que nos cogen en fechas raras, con todos nuestros clubes ya de vacaciones salvo dos, en capilla ante la final de Copa. El calendario internacional es el que es y hasta que aparezca un poco de cordura entre todos (y de momento no se vislumbra, porque ahí llegan la Copa de las Confederaciones y de nuevo el Mundialito de Clubes, para crear más enredo) esto va a ser así. Pero mirémoslo con la mejor cara. Son dos partidos para coger seis puntos del tirón y esperar luego a Serbia, que nos visitará nada más pasar el verano, con las uñas afiladas y las dudas resueltas.

Lituania es poca cosa, no nos engañemos. Se trata de un país pequeño, aficionado sobre todo al baloncesto y cuyos dos mejores jugadores, encima, no podrán estar por sanción: hablo de Semberas, flamante campeón de la UEFA con el CSKA de Moscú, y de Stankevicius, buen lateral del Brescia. Lo más notable del equipo, descontado nuestro viejo y veterano conocido Jankauskas (ex de la Real, muy venido a menos) es Danilevicius, media punta con el aire virguero de todos los de esa posición. Muy poco para amenazar a España si ésta sale mentalizada. Y en ese aspecto tengo plena confianza en Luis, que hace tomar esto en serio.

Eso sí, seguimos atascados en Raúl. Que nadie haya conseguido quitar a Raúl de este equipo, del que sigue siendo inevitable líder, habla a las claras de que nuestro fútbol está en un parón en su producción de talento. Jugador de verdad grande sólo tenemos a Casillas, que hoy empata con Iríbar a 49 internacionalidades y sigue su camino hacia Arconada y Zubizarreta. El resto del equipo o están de vuelta, como Raúl o Míchel Salgado, o aún de ida, como Sergio Ramos o el Niño Torres, o ni son gran cosa ni lo van a ser nunca. Pero son la Selección Española y son mejores que los que tienen enfrente, así que nada que temer. Espero.