La teoría de la eterna conspiración

En su conferencia de prensa, Figo le preguntó a un compañero de nuestro periódico si trabajaba en AS, respuesta que conocía sobradamente, pues le une una buena relación con él. Tras ese extraño ejercicio de retórica borde, le dijo: "Felicita a tu periódico por su campaña para que yo sea suplente". El día que se supo que Figo no sería titular ante el Barça (y lo supo él antes que la prensa, pues el entrenamiento fue a puerta cerrada), el que esto firma escribió: "...sería muy injusto privarle de su último clásico (...). Mejor o peor últimamente, resulta incomprensible que Figo salga del equipo titular y entre Raúl mártir...". Alfredo Relaño, en su editorial, se manifestó en términos parecidos: "Figo puede preguntarse con justicia por qué es él, y precisamente ante el Barça, el que tiene que ceder su puesto a Owen".

Seguramente, lo que ha molestado a Figo fue el resultado de la encuesta de as.com, planteada tras la derrota de Turín, y que le apuntaba a él (con el 22% de los votos) como el primer galáctico que debería marcharse. Sin duda, publicar esa encuesta ha sido lo que le ha sentado en el banquillo, nada ha influido en la opinión del entrenador, ni su desesperante empeño por chupar cuando tiene el balón, ni sus problemas en el desborde, ni la pérdida de velocidad. Fue la encuesta, la eterna conspiración.