Mientras el Madrid gane, 'habemus Liga'

La Cofradía de Fieles del ClavoArdiendo, de la que Roncero ya me anuncia que piensa nombrar Hermano Mayor a Gatti, tiene en la resurrección de Ronaldo un nuevo motivo para creer. Ronie ha hecho una temporada bastante pálida, pero está de vuelta. Su partido no se limitó a los dos goles, sino que fue de nuevo, como lo había sido ante el Barça una amenaza permanente. Y su arrancada fulminante en el segundo gol nos vuelve a colocar ante la mejor versión posible del mejor delantero del mundo. Carrera potente hacia el vacío, ganando metros al defensa, para dejar tirado al portero con indiferencia humillante y marcar.

Y Casillas. Claro, que eso no es novedad. Ese está siempre, hasta el punto que Trueba le bautizó un día en ocurrencia feliz como El Galáctico de Guardia. Ayer le cerró la portería al Levante, que hizo todo lo posible para haber marcado al menos un par de goles frente a cualquier otro portero. Pero Casillas es otra cosa. Con él y con Ronie, el Madrid puede, en efecto, ganar los seis partidos que quedan por delante. Aunque falte Gravesen, aunque Zidane se desplome, aunque Raúl siga sin encontrarse... El fútbol se cuece en el medio campo, pero se sirve y se degusta en las áreas, y en ambas el Madrid dispone de jugadores privilegiados.

Así que dos a cero y al Camp Nou, donde había nervios y se notaba. Allí mandó el otro Ronaldo, Ronaldinho, que convirtió la falta con la que Puentes Leira obsequió a la parroquia, dio el segundo gol a Giuly (a medias con la loca salida de Sánchez Broto) y dedicó el resto del tiempo a divertir con sus malabarismos al público culé, feliz por verse otra vez a seis puntos del Madrid tras sentirlo a tres durante un ratito. Luxa no contaba con acercarse ayer. Para él, todo se decidirá en las cuatro últimas jornadas, en las que el Barça tiene tres salidas y el Villarreal en casa. Así que sigue la caza. Y, mientras el Madrid vaya ganando, habemus Liga.