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El enemigo son los años y la desilusión

Hace algunos días me llamó Luis Omar, el hombre del fútbol europeo (y particularmente español, que es el que más interesa) de la ESPN, la gran cadena americana de deportes, para que interviniera en su programa. Un programa de dos horas en directo, emitido desde aquí por satélite, sobre nuestro fútbol. Tema estrella, como se puede suponer: la caída del Madrid, por delante incluso del racismo, que nos está haciendo mucha pupa. Antes de entrevistarme me puso una entrevista grabada con Butragueño: "Nos piden que ejecutemos a los jugadores en la plaza pública", decía. Tanta exageración me dejó pensando en cómo se vive esto en el club.

La situación es extraña e incómoda para todos, evidentemente. El problema no es ya que el Madrid no vaya a ganar ningún título. El problema es que desde antes de Semana Santa ha sido sacado del cuadro en todas las competiciones, que ya no aspira sino al premio muy menor de mantener el segundo puesto en la Liga. La reacción de decepción de los aficionados es obvia y la prensa no es más que un eco de la situación, un espejo que le devuelve al club su verdadera imagen, no la que el club aún imagina, con esas cuentas de que si el tiro de Ronaldo ante la Juve llega a entrar, que si ganamos todo lo que queda, que si todavía queda tiempo...

Y nadie desea ningún mal a ningún jugador. Todos ellos han sido admirados y serán recordados por lo muchísimo que han hecho, algunos por lo muchísimo que aún les queda por hacer. No hay que confundir crítica con malevolencia. Pero al club le corresponde dar las bajas precisas para que el equipo reviva o se verá abocado a una decadencia cada vez más lúgubre. No se piden ejecuciones, sólo se aconsejan bajas, con el pañuelo húmedo para despedir con dolor a los que se vayan, como se fueron antes Di Stéfano, Amancio o el propio Butragueño. El enemigo no es la prensa ni es la afición, el enemigo son los años y la desilusión.