A catorce puntos de Michael Schumacher

A catorce puntos de Michael Schumacher

Cuando la temporada anterior Schumacher había ganado doce de las trece primeras carreras (la excepción fue Mónaco, por accidente) ninguno nos hubiéramos atrevido a pensar que este año Alonso le tendría catorce puntos por detrás al cabo de las dos primeras carreras. En realidad, lo que todos deseábamos era que Ferrari fichara al genial asturiano como sucesor de Schumacher, para que disfrutase del privilegio de conducir un Ferrari. Pero esto de la Fórmula 1 puede cambiar a velocidad vertiginosa porque, como bien sabemos desde los tiempos de La Verbena de La Paloma, "hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad".

Y Renault ha completado un coche magnífico, que en manos de Fernando Alonso resulta imbatible. El fin de semana en Malaisia ha sido el sueño del aficionado español: ganó las dos series de clasificación, salió en la pole y ganó la carrera de punta a punta. Sólo dejó la cabeza unos momentos por un repostaje. Rodó siempre arriba, lejos de amenazas, cuidando el motor y los neumáticos y el único fallo, ¡quién nos lo iba a decir! fue que no pudo beber. De ahí esa caída de tensión en el podio, donde pagó los saltos y gestos de celebración sobre el coche nada más parar. A duras penas se mantenía en pie, pero los diez puntos ya estaban en la buchaca.

Pero ojo, que Ferrari no se conforma. Ferrari tiene en el horno su F2005, que espera sacar en Bahrain dentro de quince días. En carrera que, por cierto, veremos a horario más propicio: la una de la tarde. El nuevo coche será creación del italiano Aldo Acosta, el primer nacional que diseña un cavallino rampante desde hace más de veinte años. Italia suspira por ese coche, del que se espera fiabilidad y una drástica reducción del desgaste de neumáticos que buena falta les va a hacer a las Bridgestone de Schumi. Esto no ha hecho más que empezar. Ferrari contraataca. Pero Alonso es mucho Alonso, el R25 es mucho R25 y catorce puntos están muy bien.