Un asunto de corazón y dinero

El Málaga decidió no abordar ninguna renovación hasta dentro de unos meses. Normal. Todavía no sabe en qué categoría va a estar la próxima temporada aunque nadie duda que será en Primera División. Los rectores malaguistas, que miran el euro con cuidado porque la economía es su caballo de batalla, no están por la labor de tirar el dinero. No es lo mismo hablar con el representante de un futbolista estando en la máxima categoría que en Segunda, aunque también es verdad que puede ser un arma de doble filo. Quizá alguno de los jugadores que cumplen contrato al final de la presente campaña tenga ya algo firmado con otro club porque está en su perfecto derecho. Uno de los implicados en este asunto es el defensa Juanito. Malagueño, malaguista y con muchos años en la cantera. Se quiere quedar, pero que le valoren como cree merecer.

Las negociaciones se han aparcado por el momento. Tal vez en unas semanas ambas partes puedan llegar a algún acuerdo porque he visto buen talante en el agente. Además, las declaraciones del implicado invitan al optimismo y eso es de agradecer. El dinero es el que manda en estos casos, pero al final se impondrá la lógica. Ni para ti ni para mí. La argucia y la astucia del director general del Málaga, Antonio Mendoza, para las negociaciones, harán que todo acabe en el punto medio indicado para que los dos salgan beneficiados. Habrá que esperar novedades. Se producirán cuando se clarifique la situación de los blanquiazules en la tabla. Tampoco podemos olvidar a Valcarce y Arnau. El club cuenta con ellos. Con los demás, veremos. El club soporta contratos muy altos. En algunos casos, comparables al Deportivo. El Málaga es un sentimiento. Volveré.