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Un punto de apoyo y moveré la Tierra

Lo dijo Arquímedes para explicar el descubrimiento de la palanca: "Dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra". Lo dice ahora Sacchi, para rehacer el Madrid: "Dadme un medio centro y moveré el equipo". Un medio centro que corra, corte, busque, apoye y dé salida al balón. Un jugador referencia, que permita a todos recolocarse, ahorrar carreras, ajustar sus esfuerzos a espacios más concretos, entrar en un modelo común. Un jugador que haga lo que está haciendo Guti en un esfuerzo admirable por adaptarse a una función que no es la suya, que es más sacrificada y cansada que la suya, pero que nadie más podía hacer.

Un medio centro para reencontrar el equilibrio ecológico perdido. A veces basta una pieza para que todo encaje y aparezca el milagro. Ocurrió en el Barça la temporada anterior; a estas alturas estaba más o menos como el Madrid ahora y en ésas llegó el pitbull Davids y todo encajó de otra manera. Algo así busca Sacchi, de acuerdo con Vanderlei Luxemburgo: un eje que a un tiempo sostenga y mueva la noria. Será la primera vez en estos años que el Madrid entre en el mercado de invierno pero no hay que reprochárselo: de sabios es rectificar y la necesidad es patente. El fallo estuvo en verano, en olvidarse de Xabi Alonso.

El problema del mercado de invierno es que hay poco y todo usado. Y para el Madrid el problema es mayor, porque su o sus refuerzos debe o deben reunir varios requisitos: no ser extracomunitario (porque Roberto Carlos no ha cumplido), no haber jugado en Champions ni en UEFA (para poder jugar ante la Juve y lo que siga), tener la calidad que el club exige y merece y no abusar del precio, tentación en la que la necesidad y opulencia del Madrid pone a muchos. Es difícil, pero la empresa merece la pena porque más difícil todavía es tirar temporada arriba con Guti remando en mar abierto sin nadie que le auxilie o que le releve.