Fondos de inversión en el fútbol

La corriente de invertir en futbolistas, que hace algunos años que empezó en Suramérica, va llegando a Europa. Comienza a haber bancos que proponen como fondos de inversión la participación en la propiedad de algún futbolista de trayectoria emergente. Todo consiste en esperar a que llegue su traspaso para cobrar la correspondiente plusvalía. Los robinhos, los joaquines, los iniestas, los cristianos ronaldos, los dalessandros, los téveces, los cassanos, los verpakovskis, no son sólo artistas del balón, que proporcionan espectáculo en televisión y alegría a los aficionados de sus clubes y sus selecciones. Pueden ser también inversiones provechosas.

Y es curioso. Se diría que el fútbol estaba en crisis después del último estirón que supuso la aparición de la tecnología digital, que hizo posible la multiplicación de canales y transmisiones y la explotación por el sistema pay per view. Aquel último boom creó unas expectativas que no se han cubierto. Los clubes no han recaudado por pay per view tanto como se esperaba y como, llevados por su optimismo, empezaron a gastar antes de tiempo lo que creían que iban a tener, se encontraron de repente ante una dura recesión. Eso es lo que explica que aquellos techos de traspasos que supusieron los fichajes de Zidane y Figo no se hayan vuelto a alcanzar.

Pero ha bastado que apareciera la moda de los Abramovich para que el sistema se agitara de nuevo. El suyo es un dinero extrafutbolístico, pero su presencia ha movilizado a otros, que se obligan a buscar ingresos más allá de la esponsorización clásica y la venta de productos. La explotación de los goles y de mensajes de jugadores por telefonía móvil, por ejemplo. Así que se siempre habrá dinero para que los grandes clubes puedan pagar altos traspasos por jóvenes figuras. Y los bancos buscan asesores expertos en fútbol para descubrir cuáles son las perlas que alcanzarán mayor cotización. Buen oficio para entrenadores en paro.