La Copa y el ahorro de esfuerzos

Hace algunos años, cuando el Mundialito de Clubes de Brasil en el que participó el Real Madrid, el Manchester United renunció a jugar la Copa inglesa, la vieja y gloriosa FA Cup. A veces pienso que acabará ocurriendo eso mismo aquí. Incluso creo que sería más coherente una actitud como esa que el modelo actual, en el que muchos equipos escatiman esfuerzos en esta competición. Y lo pienso especialmente ahora ante el caso del Madrid y su viaje relámpago a Tenerife con un equipo tan poco representativo como el que lleva. Y no es novedad. Ya dijo Valdano el año pasado que mejor que les hubiera eliminado el Leganés.

Ya sé que el Madrid podrá defender que lleva siete internacionales, entre ellos un Balón de Oro y cuatro prometedores pavones. Pero la verdad es la que todos sabemos . Al club le horroriza la perspectiva de cuatro miércoles de Copa en el mes de enero, como los que se comió la temporada pasada, dos contra el Valencia y dos contra el Sevilla, y a los que a la larga culpó de la fatiga y del derrumbe final. Y todo para llegar a una final de Copa que perdió y en la que también piensa que empezó su cadena de desgracias. Florentino ya torció el gesto ante la lesión de Samuel en Leganés, que le pareció un coste excesivo para eliminar al modesto equipo madrileño.

Claro que estas cosas hay que entenderlas. Mientras sea mayor el pago por ser cuarto en la Liga (Champions) que campeón de Copa (UEFA), habrá que entender que los equipos que pueden aspirar a terminar la temporada en la zona alta de la tabla prefieran la Liga a la Copa. A mí me parece una lástima que en lugar de tener dos competiciones, una de regularidad y otra a cara o cruz, se queden con una sola. Es una pérdida y un espectáculo que nos abochorna a todos. A tanto ha llegado esta tendencia que al Madrid parece que no le preocupa aprovechar la ventaja estratégica de seguir vivo en una competición en la que ya han caído Barcelona y Valencia.