Exhibición de peso

Exhibición de peso

A lo bueno nos acostumbramos rápido y con facilidad. Quizá por eso lleguemos a perder la perspectiva de la temporada que está realizando Dani Pedrosa en su debut en 250cc. Con once podios, cinco victorias, tres poles y cinco vueltas rápidas en carrera, la exhibición del niño del Cola Cao nos lleva a la tentación de pensar que esto de ser el mejor está chupao. Sin embargo, repasando con calma sus estadísticas, analizando cada uno de los hitos que ha marcado en el Mundial 2004, recobramos la referencia de lo grande que es este chico, de ese talento indiscutible que luce carrera a carrera. Y, sin querer remover polémicas inútiles, no puedo dejar de sonreír al pensar que se pueda intentar justificar algo de todo esto por una cuestión de peso.

No me atrevería a negar que quizá los kilos de ventaja de Pedrosín puedan favorecer mínimamente las prestaciones de su moto; pero también diría que es disparatado insinuar que tremenda demostración se debe a un argumento tan peregrino. Dani podría ganar por su peso inferior una carrera en la que un rival cruce la línea de meta codo con codo junto a él (algo así como lo del pasado sábado entre Lorenzo y Dovizioso). Lo que nunca hará ayudado por su diminuta fisonomía es fulminar tantos récords, tantos registros históricos, tantos precedentes que se antojaban inamovibles... Eso sólo se consigue con unas cualidades que hasta el mismísimo Valentino Rossi se ha encargado de alabar. Y lo demás, son pataletas sin sentido.