Que haya más generosidad con estos

¡Qué golazo! Recibió el saque de banda de Sergio Ramos, encaró, recortó, volvió a encarar, volvió a recortar y envió un pase a la red, inalcanzable para el atribulado Ozcan. La proeza se debe a Borja Valero, joyita del juvenil del Madrid, y valió la Eurocopa Sub-19. Ya que no podemos tener la de los grandes, sirva de consuelo ésta, conseguida con un impecable campeonato, cerrado con ese broche de oro. En esta misma categoría fuimos finalistas del Mundial. Caímos con Brasil en una final jugada casi íntegramente con diez, por una expulsión injusta en los primeros minutos. Algunos de los de ayer ya estuvieron en aquel equipo.

Estos éxitos renuevan nuestra esperanza en tener algún día una selección mayor campeona tanto como nuestra extrañeza por no tenerla ya. Hace años que nuestras selecciones menores tienen éxitos, pero arriba no nos cunde. El salto es difícil, porque el mercado y los viejos tics de nuestro fútbol cierran los caminos a estos muchachos, que no lo tienen fácil. Fíjense: Florentino es un tipo extremadamente poderoso y hábil, capaz de fusionar grandes empresas, de traer un Balón de Oro cada año al Madrid, de resolver la deuda de un plumazo, de ganar las elecciones por el 95 %... Pero no puede meter un solo canterano en el primer equipo.

Esa es la realidad, y expresa mejor que nada las dificultades para que el fútbol abra las puertas a los canteranos. Florentino empieza su quinta temporada y los únicos canteranos titulares son los que ya había antes de que él llegara: Casillas y Raúl. Esta noche arranca el Madrid con Samuel tapando el hueco de un pavón, se busca otro central o medio centro para lo mismo y el puesto de Figo lo va a ocupar Solari. Si Florentino, después de cuatro años de predicar lo de zidanes y pavones no ha podido vencer las resistencias naturales del fútbol a ser generoso con estos chicos, ¿quién puede lograrlo? Y así se interrumpe la progresión de estos chicos.