El socio votó a Florentino y botó a Sanz

Antes de empezar el recuento del voto por correo, Florentino ya era ganador de las elecciones, con una abrumadora mayoría en el voto presencial. Una participación récord y un porcentaje también récord para el ganador. Florentino ha avanzado mucho durante estos cuatro años en la consideración de los socios, si se comparan estos resultados con los de entonces. Lorenzo ha retrocedido mucho más. En su día dejó el Madrid con dos títulos de la Copa de Europa y la sensación de que había sido sorprendido por el hábil manejo que Florentino hizo entonces del voto por correo. El recuerdo no era malo. Ahora lo ha estropeado.

Lo de Lorenzo Sanz ha sido la confirmación, una vez más, de que el despecho y la revancha conducen siempre a los peores errores. El socio ha llegado a entender que, efectivamente, no se presentaba para ganar, sino para enmarañar. En su campaña no ha atacado los puntos débiles de la gestión de Florentino, que los ha habido (algunos ya felizmente corregidos). Ha preferido embarcarse primero en absurdas discusiones económicas, en las que casi nadie se ha interesado, para terminar con un cuasi sabotaje a las elecciones, poniendo en cuestión el voto por correo y amenazando con impugnar las elecciones.

Da la sensación de que el socio ha votado a favor de Florentino y en contra de Sanz a partes iguales. Sus consejeros (Onieva, El Butanito...) deben saber que le han hecho una trastada, animándole a este enfrentamiento inconsciente no con Florentino, sino con el madridismo en sí. Lástima porque la suya fue una buena presidencia, pese a todo, y aquel recuerdo no merecía sufrir semejante estropicio. Respecto a Baldasano, ha sido el hombre que nunca existió. Florentino tiene ahora un máximo respaldo. Se lo merece por el tono de su presidencia. Pero sabe que hay cosas por corregir (cantera, baloncesto) y que el socio espera que lo haga.