'Gure estiloa' o impunidad compinche

Iñaki sigue y ahí se las den todas. Su jefe le ampara así que ancha es Castilla y donde dijo digo, digo Diego. Porque en su día dijo que aquella renovación era un poquito en barbecho, que la fase final era una reválida y que en esa reválida no le bastaba con aprobar, que iba a por el notable. Y si no lo conseguía, mutis por el foro. Aquí no vengo a decir una cosa y mañana otra, porque supongo que no hablo para amnésicos. No, Iñaki Sáez no habló para amnésicos. Ayer vi repetidas aquellas baladronadas en los telediarios y sentí un poquito de vergüenza ajena. Esa impunidad compinche con Villar me resultó muy desagradable.

Bueno, pues ya sabemos cómo era eso del gure estiloa de estos dos. Quevedo lo llamó ande yo caliente y ríase la gente. No puedo evitar la comparación con Camacho, que llegó a cuartos en Corea y como vio que la actuación no satisfizo a la afición prefirió marcharse. Tenía la renovación prometida, no tenía equipo al que ir. Se fue a la calle, con su dignidad. Tampoco puedo evitar la comparación con lo que Villar le hizo a Luis Suárez tras Italia-90, cuando pasamos la primera fase y caímos en cuartos con Yugoslavia. Tenía contrato por delante pero le echó al arrancar mal la serie de clasificación siguiente y litigó para no pagarle.

Y luego está Javi, dos fases finales estrellándose en cuartos y una última, la de Francia-98, en la que cayó a las primeras de cambio. Villar le intentó mantener a machamartillo, le tuvo que cesar tras lo de Chipre, pero cobró los dos años que le faltaban. Lo siento por mis amigos del Athletic, pero la imagen de ese viejo y querido club sale malparada con estos abusos. Villar se ha convertido en una figura patética que enfanga todo lo que tiene alrededor. Javi fue un pillo que se aprovechó del viejo camarada. En él podía esperarse. Pero en el entrañable Jaburu no era previsible una conducta tan descarada.