Aberri Eguna en los Pirineos

Aberri Eguna en los Pirineos

Sensacional etapa la de ayer. Alta montaña, el viejo prestigio del Tourmalet, tiempo glorioso y millares y millares de aficionados apoyando y agradeciendo el esfuerzo de los ciclistas. Y de entre aquel maremágnum de curvas, coches, montañas y banderas sobresalió sobre todos Roberto Laiseka, esa moderna naranja mecánica que enardeció con su paso a las ikurriñas. Porque había banderas de muchos países (hasta de Uruguay vi una) y autonomías, pero la mayoritaria era la bandera vasca, la ikurriña. Como suele ocurrir en los Pirineos.

Porque en el País Vasco hay más ciclistas y más aficionados al ciclismo por kilómetro cuadrado que en ningún otro territorio que uno conozca. Y como los Pirineos están a un paso, siempre se ha podido ver a multitud de vascos, alegres y dispuestos, agitar sus banderas al paso de la caravana. Pero este año era especial. Este año participa el Euskaltel, equipo de la tierra, con todo el respaldo institucional y popular del País Vasco. Acudía sin los preceptivos puntos FICP, invitado por la organización, como en un experimento en el que se jugaba el futuro.

De ahí la tremenda explosión de alegría que ha producido el triunfo de Laiseka, en este Tour que avanzaba, además, sin que llegara ninguna victoria española. Ha sido la puesta de largo de un equipo que con esta victoria justifica de sobra la invitación y se mete en la baraja de los grandes equipos nacionales. Euskaltel ya está para las ligas mayores. Una buena noticia para una tierra que las necesita. Una buena noticia a su vez para un Tour que ya estaba necesitando de alguien que rompiera la monotonía del desigual duelo Armstrong-Ullrich.