The Humans Network se presenta como la primera "red social humana", una suerte de Facebook que nace con la intención de que tanto personas como empreas o marcas se sometan al juicio del resto de usuarios para calificar su actitud humana o inhumana ante los demás.
Cualquiera que se registre en la web puede ya calificar Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias, Alberto Garzón y otros políticos españoles - además de a empresas, colectivos y proyectos - a través de lo que se ha llamado el #HumanRating, lo que permitirá indicar si son "Muy humanos" o "inhumanos". Dependiendo de la media de votos que vayan recibiendo se irá inclinando la balanza hacia un lado u otro.
Todos los usuarios que lo deseen, además, ya pueden desde su "Perfil Humano" que es como se llama a cada una de las fichas que cada persona tiene en esta red social y ya pueden enviarles preguntas, peticiones, quejas y sugerencias además de darles las gracias por la labor o algún que otro tirón de orejas. Los perfiles de los principales políticos de nuestro país en esta particular "red humana" son los que podéis encontrar a continuación:
- Mariano Rajoy
- Pedro Sanchez
- Pablo Iglesias
- Albert Rivera
- Alberto Garzón
"Ser humano es rentable". Si eres humano, ¡conéctate!", es el lema de esta nueva plataforma social, cuya misión se indica como "humanizar el mundo y promover un nuevo paradigma económico y social que sustituya el 'todo por la pasta', por un modelo de crecimiento económico y productivo sostenible donde el ser humano esté en el epicentro de la sociedad".
Una red social que quiere ser humana... pero con un peligro inherente
Lo cierto es que los creadores de esta particular red social que lo que pretende ser es, en realidad, un referente para que las empresas y personalidades trabajen la opinión social, tienen en sus manos un arma de doble filo. Y es que podemos ver que los perfiles de los principales políticos de este país no están gestionados por ellos mismos, evidentemente, en un intento de que se llenen de comentarios para forzarles a que tomen las riendas de lo que puede ser un auténtico hervidero de quejas y lamentos. Bien se sabe que en Internet corren más rápido los enfados que las alabanzas, y veremos en qué