De futbolista a lotero. Potele pasó de repartir primas a sus compañeros gracias a sus goles —como apunta Felines—, a distribuir premios de Lotería en el barrio de Moratalaz. Entre fotos antiguas y un escudo del Rayo Vallecano, lleva 32 años regentando la administración 315 de Madrid. Sin embargo, Potele aún no ha tenido el honor de dar El Gordo del Sorteo de Navidad. "Pero este va a ser el año. Ganaremos al Madrid, luego nos tocará la lotería y nos iremos de jarana".

Probará suerte con casi 4.000 números de Lotería de Navidad distintos. Si lo consigue, El Gordo estará muy repartido. Desde hace tres años, Loterías Potele opera también por Internet. "Para el Sorteo de Navidad hemos vendido lotería a Estados Unidos, Suiza y de Alemania. El negocio va a más. De España te llama gente que busca un número concreto y lo tenemos nosotros. Lo normal son pedidos pequeños, de unos pocos décimos, aunque nos han llegado a pedir hasta cuatro o cinco billetes". A pesar de ello, se mantienen los canales tradicionales de venta. Este año ha gestionado las participaciones de Lotería de Navidad para 14 bares del barrio.

Potele mantiene los vínculos con el Rayo. Se respira en su administración, centro de encuentro en las semanas previas a los sorteos de Navidad y El Niño. "Yo le vendo lotería a los veteranos del Rayo, a la Fundación y a muchas peñas. Además, aunque hayan pasado tantos años, todavía viene mucha gente de Vallecas personalmente a comprarme la lotería a mí".

Es un último mes de mucho ajetreo, en el que Potele, que ya ha cedido el despacho de lotería a sus hijos, regresa a echar una mano. "Luego ya me despido yo solo". Se queda hasta mediados de enero. El frenesí es aún mayor después del sorteo. "El día 23 mucha gente está haciendo cola antes de abrir para cobrar los premios", confiesa. Este año, espera que haya menos cola. Será que ha repartido El Gordo.

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