Las autoridades de Madrid han puesto en marcha los protocolos de alerta por contaminación atmosférica en la ciudad. Según los responsables municipales, los niveles de dióxido de Nitrógeno concentrados en la atmósfera estos días soleados, duplican los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
El tradicional 'gorro' o 'boina' como conocemos popularmente a la mancha contaminante sobre el cielo de la ciudad, deja de ser algo asumido y los ciudadanos comienzan a mirarlo con cierta preocupación. Los altos niveles de gases como el Dióxido de Carbono y el Dióxido de Nitrógeno son los causantes de esa nube parduzca que sobrevuela la ciudad desde hace décadas y por fin hoy tomamos consciencia de lo que ello supone.
Según declara la OMS, la contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental y para la salud. Mediante la disminución de los niveles de contaminación del aire los países pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
¿Qué son estos gases contaminantes y cómo nos afectan?
El dióxido de carbono (CO2) es un gas de efecto invernadero, que absorbe y emite radiación infrarroja. Una gran mayoría de climatólogos coinciden en que el aumento en la concentración atmosférica de CO2, y por lo tanto en el efecto invernadero inducido por CO2, es la principal razón del aumento de la temperatura media global desde mediados del siglo XX.
Aunque el principal gas de efecto invernadero responsable por el calentamiento es el dióxido de carbono, también contribuyen el metano, el óxido nitroso, el ozono, y otros gases de efecto invernadero de larga vida. El CO2 es el más preocupante, ya que ejerce una mayor influencia de calentamiento total que todos los otros gases combinados, y porque tiene una larga vida atmosférica.
El Dióxido de Azufre (SO2) es un gas irritante, tóxico e incoloro, con un característico aroma asfixiante. Es el causante de la 'Lluvia ácida', ya que en la atmósfera se transforma en ácido sulfúrico. Es liberado en muchos procesos de combustión ya que los combustibles como el carbón, el petróleo, el diésel o el gas natural contienen ciertas cantidades de compuestos azufrados.
El dióxido de nitrógeno (NO2) es de color marrón-amarillento. Se forma como subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas, como en los vehículos motorizados y las plantas eléctricas. Por ello es un contaminante frecuente en zonas urbanas.
Es un gas tóxico, irritante y precursor de la formación de partículas de nitrato que afectan principalmente al sistema respiratorio.La exposición a corto plazo en altos niveles causa daños en las células pulmonares, mientras que la exposición a más largo plazo en niveles bajos de dióxido de nitrógeno puede causar cambios irreversibles en el tejido pulmonar similares a un enfisema.
Enfermedades respiratorias como asma, bronquitis o incluso neumonías son algunas de las consecuencias de la exposición continuada a estos gases, aunque también pueden aparecer enfermedades cardiovasculares, riesgos neuro cerebrales e incluso el cáncer, que pueden reducir la esperanza de vida de las personas que viven bajo estos niveles en 10 años como promedio.
¿Qué precauciones debemos tomar?
Ante situaciones de elevados niveles de Dióxido de Carbono y Dióxido de Nitrógeno, es aconsejable no exponerse demasiado:
- Evitaremos hacer deporte en el exterior.
- Prestaremos atención a los índices de estas sustancias en el aire.
¿Cómo ayudamos a prevenir su emisión y concentración?
La más importante consiste en la reducción de las emisiones de gases contaminantes:
Mapa de evolución y pronóstico gases contaminantes de Madrid, por la App Caliope
- Reducción de uso del vehículo privado, favoreciendo el transporte público y el colectivo, fomentar el uso de la bicicleta, especialmente para desplazamientos cortos y pasear.
- Mejorar eficiencia energética del hogar o el lugar de trabajo que favorezca la reducción de las horas de encendido de las calefacciones. Medidas como instalar un buen cerramiento, con doble acristalamiento o cámara de aire, comprobar fugas de temperatura en rendijas de puertas y ventanas e incluso utilizar telones o cortinas gruesas entre diferentes estancias (como antiguamente), no sólo ayudan a reducir las emisiones de gases, además supondrán un ahorro en tus facturas. Además, incorpora dispositivos como acumuladores solares de calor para conseguir agua caliente sin combustión.
¿Cómo conocer los niveles de gases tóxicos de una manera fiable?
Si quieres estar atento a la calidad de la atmósfera, prueba cualquiera de las siguientes opciones:
Suscríbete por SMS al Servicio de Vigilancia de la Calidad del Aire de Madrid.
Y en este otro servicio de la Comunidad de Madrid.
Descárgarte las Apps en tu móvil: Caliope y Caliope EU, desarrolladas por el Centro Nacional de Supercomputación, para visualizar la calidad del aire en tu ciudad o en cualquier capital europea.
