Mientras Cristiano reclamaba al árbitro y lloraba, los gestos de regocijo y de burla convirtieron el momento, en un espectáculo parecido al del circo romano.
PorJuan Cruz
Mientras Cristiano reclamaba al árbitro y lloraba, los gestos de regocijo y de burla convirtieron el momento, en un espectáculo parecido al del circo romano.
Marco Fritz dejó el anonimato el pasado miércoles en Mestalla al convencer a su colega Felix Brych de que debía expulsar a Cristiano.