Una Ducati mejor y con Márquez en sus filas
El test de Sepang ofreció un dominio total de las Desmosedici, con cuatro en cabeza, y con el añadido de contar en su trinchera con un Marc muy prometedor.
Que Ducati no necesita en sus filas a Marc Márquez para salir campeón es algo que ya quedó demostrado las dos últimas temporadas. Así lo reflejan los títulos de Francesco Bagnaia, y en disputa el del 2023 con un compañero de fábrica, Jorge Martín, pero además, si a ese poderío se le suma que la casa de Borgo Panigale ha puesto en pista para 2024 una Desmosedici aún mejor que la del añado pasado, y también que esta vez en su trinchera está Márquez, la mayor amenaza que cualquier fábrica pueda tener si va subido en una moto decente, pues queda claro que, salvo sorpresa mayúscula, estamos ante otro año Ducati. Y así ha quedado refrendado en el esperado test de tres días en Sepang de MotoGP. El ensayo de pretemporada resultó espectacular, con el anterior récord hecho añicos por diez pilotos y con un dominio abrumador de las Ducati, con cuatro en cabeza, las de Pecco, Martinator, Bastianini y Álex Márquez, y un prometedor Márquez en la sexta plaza que le fue cogiendo el pulso a su nueva mecánica poco a poco.
Más Ducati todavía
Por si la Ducati de 2023 no fuera ya lo suficientemente buena, el equipazo de ingenieros que capitanea Gigi Dall’Igna en Borgo Panigale ha desarrollado para 2024 una moto que, según los dos pilotos que lucharon el año pasado por el título hasta la última carrera, Bagnaia y Martín, es mejor que la anterior. Casi nada. Según Pecco, el nuevo prototipo es mejor en casi todas las áreas, pero el punto en el que él más ha notado la mejoría es en la frenada, que es lo que más complicaciones le generó su moto en la segunda parte de la temporada pasada, lo que le hizo estar tan retrasado muchos viernes. En cuanto a Martinator, también está encantado con su nueva montura y la única duda que le generaba era el apartado de la aerodinámica, quedando resuelta el último día, en el que entendió que también es mejor el carenado nuevo que el anterior.
El madrileño volverá a tener un duelo personal importante este año con Bastianini, que ocupó la tercera plaza en el test por detrás de Pecco y un Martinator que para 2025 quiere estar sí o sí en un equipo oficial, por eso se volverá a jugarse la plaza con La Bestia en el Lenovo Ducati, aunque ya ha dicho anteriormente que no le supondría un problema tener que cambiar de aires. El cuarto piloto que cuenta esta temporada con una Desmosedici GP24 es Morbidelli, pero causó baja en el test por lesión.
Los que disponen de la versión 2023 de la Desmosedici en su box son los pilotos del Pertamina Enduro VR46, Bezzechi (acabó con caída y en un inusual 17º) y Di Giannantonio (8º), cuyo gran final de curso el año pasado y la marcha de Marini le permitió in extremis conseguir ese sillín; y también los hermanos Márquez. El buen rendimiento de Álex enrolado en el equipo Gresini Racing ya no sorprende a nadie y su cuarto puesto confirma que sigue en crecimiento. En cuanto a Marc, era el principal foco de atención del test y fue de menos a más. El martes tuvo cuatro problemas técnicos repartidos en sus dos motos que le complicaron mucho la jornada, el miércoles se encontró cómodo a nivel de ritmo, pero estaba flojo en el intento de vuelta rápida, y el jueves dio también un paso adelante en el time attack. Su sexto puesto, a medio segundo de la cabeza y segundo y medio más rápido de lo que fue en esta pista el año anterior, sólo es un aperitivo de los buenos momentos que ofrecerá al manillar de la Ducati del 2023.
Cara y cruz en Aprilia
Hace tiempo que Aprilia dejó de ser el patito feo de la parrilla y una temporada más presenta una moto completamente nueva que ha sido recibida de manera diferente en su box oficial. Mientras que a Aleix Espargaró (5º) le ha gustado desde el principio, a Maverick Viñales (12º) no le ha entrado tan bien. Cuenta Aleix de la nueva RS-GP que es una moto que se pilota diferente, que se adapta a su estilo de pilotaje y que es muy física, algo que para él nunca es un problema por tanto como se entrena. Y el #12, en cambio, reconoce abiertamente que no se siente cómodo con la moto nueva y que la ve inestable en la entrada a curva.
Respecto a los satélites de la casa de Noale, estrenan equipo y ahora se llama Trackhouse Racing, el mismo que ha tenido el acierto de fichar y recuperar para el paddock de MotoGP a Davide Brivio, historia de Yamaha y de Suzuki, en el papel de jefe de equipo, con más experiencia aún tras su paso por la F1 con el equipo Alpine. Respecto a sus pilotos, Oliveira terminó 18º y Raúl Fernández sólo pudo rodar el primer día, porque una caída le produjo fisuras en la cadera y se perdió casi todo el test. Sólo pudo dar 21 vueltas y se espera que pueda llegar a tiempo al test de Qatar del 19 y 20 de febrero.
KTM/GasGas: Un diamante llamado Acosta
Habrá que ver si Pedro Acosta hace toda la temporada en las filas del Red Bull GASGAS Tech3 o KTM le mete antes de acabar el curso en su box oficial, el Red Bull KTM Factory Racing... A nivel de moto, da igual que el bicampeón de Moto2 y Moto3 esté en uno o en otro, porque su mecánica es la misma, pero el novato ya ha dejado claro en el primer ensayo serio de la pretemporada que él no es una novato cualquiera. De hecho, cualquiera diría que está debutando en MotoGP viendo lo bien que ha estado en este test. Tras liderar el shakedown previo de tres días al que tenía derecho por su condición de rookie, a la hora de la verdad ha sido uno más de la parrilla. Finalizó noveno a 0.683 de la cabeza y su teórico jefe de filas, Brad Binder, quedó séptimo sacándole sólo 58 milésimas.
El Tiburón de Mazarrón es un diamante en bruto que tiene enamorados a los jefes de KTM, los mismos que sienten que su nueva RC16 es mejor que su antecesora a todos los niveles, de motor (aún quieren más velocidad), chasis (de carbono) y aerodinámica. A eso ayuda contar con el mejor equipo de pruebas del campeonato, capitaneado por Dani Pedrosa y Pol Espargaró, ambos en disposición de volver a correr y de mejorar la moto, aunque es algo que aún no han podido explotar todos sus pilotos en Malasia. Miller acabó en un flojo 14º a 1.1 de la cabeza y Augusto Fernández 21º y con la sensación de que se había perdido en el test.
Honda: Mir empieza a sonreír
Hacía mucho tiempo que no se veía sonreír y bromear a Joan Mir como lo hacía al final del test de Sepang. Su décimo puesto a 0.692 no era la única buena noticia para él y los miembros de Honda. El bicampeón asegura que la nueva RC213V es mejor que la del año pasado y también que la que llevaron al test de Misano. Con ella ha podido progresar los tres días sin estancarse, con segundo y medio de mejora, y acabar con sensaciones positivas. Las concesiones que les ofrece el reglamento empiezan a notarse (estuvieron rodando en el shakedown) y cuentan desde el box que es una moto con más potencia, con mejor conexión del puño de gas a la rueda, a la que se le ha quitado peso y que es más rápida a una vuelta. Aún quedan cosas por hacer y mucho trabajo por delante, pero dice Alberto Puig, el team principal del equipo, que ven una dirección a seguir y que creen saber qué es lo que no funciona.
Lo que está por ver es si Luca Marini, que arriesgó mucho al dejar la Ducati satélite del equipo de Rossi, su hermano, para ocupar el puesto de Márquez, es capaz de encontrar también la línea que ha encontrado Mir, porque en su estreno en el box del Repsol Honda en el test malayo ha pasado de ser el mejor piloto en pista en 2023 a ser el 19º, a 1.3 de la cabeza y con un crono de 119 milésimas más lento del que hizo con la Ducati.
En cuanto a Nakagami y Zarco, los pilotos del LCR Honda 13º y 16º respectivamente.
Yamaha ha de convencer a Quartararo
Aseguraba Lin Jarvis, máximo responsable de Yamaha en las carreras, que desde la época de la llegada de Rossi al box de la casa de los diapasones, hace 20 años, no recordaba un desembarco semejante con tal cantidad de piezas para probar. Eso ha hecho que todos acaben más cansados, pero más contentos, empezando por sus pilotos Quartararo (11º a 0.843) y Rins (15º a 1.197).
Dice Meregalli, el team manager, que han mejorado el motor, la aerodinámica y el ‘device’ trasero (el sistema que baja la suspensión trasera en parado y de manera dinámica) y que han de aspirar a la segunda fila de cada parrilla de salida. El mayor problema que se ha vuelto a ver en este ensayo es las dificultad que tienen sus pilotos para exprimir la goma blanda nueva a una vuelta, para atacar el crono. Quartararo, al que Yamaha ha de convencer para no perderle al acabar el curso, dice que ese objetivo de la segunda fila es surrealista a día de hoy y que se conformaría con la tercera.
En cuanto a Rins, está satisfecho al ver que sus comentarios van en la línea del campeón de 2021 y sonríe cuando éste le dice que les falta tracción a la salida de la curva porque, comparada con la que padecía el año pasado él en la Honda, la de esta M1 le parece bastante mejor. Tanto él como su compañero y la fábrica tienen mucho trabajo por delante, pero al igual que Honda tendrán a su favor concesiones en el reglamento, principalmente con más entrenamientos, que deberán aprovechar.