“Ha cambiado toda la película”
El del Repsol Honda repasa en ‘GQ’ los malos momentos del camino recorrido en la lesión de su brazo derecho: “No tenía la cabeza en la competición”.
2023 debe de ser el año en el que se produzca el retorno del rey de MotoGP, el definitivo, ese en el que se vea a un Marc Márquez plenamente recuperado, con su lesión en el olvido y con las ganas y la fuerza como para poder pelear por el Mundial, si la Honda se lo permite, y dar el espectáculo que siempre le ha caracterizado. Con ese fin se está preparando este invierno y con ese fin ha recorrido el duro camino que le ha traído hasta aquí y que repasa con detalle en una extensa entrevista con la revista GQ.
El ilerdense considera que su “mentalidad y ambición” le llevaron a precipitarse en su intento de regreso tan solo cuatro días después de fracturarse el húmero del brazo derecho en Jerez 2020, pero también que eso mismo le ha dado todo lo conseguido en MotoGP, por lo que “la balanza está equilibrada”. Pese a disputar carreras en 2021 y 2022 no era el mismo, “no tenía la cabeza en la competición”. “Hay un momento que digo a mis doctores: ‘Aquí pasa algo en este brazo, voy para atrás. Me estoy machacando y cada vez voy peor”, recuerda.
“Competir por competir no tiene sentido” para Marc, por eso concluyeron que lo mejor era una cuarta operación tras correr en Mugello para corregir una rotación de 34 grados en su húmero. Aunque ganó tres carreras con el brazo así, no podía disfrutarlo: “Ganaba y me ponía a llorar por el dolor que sufría constantemente y que no podía olvidar”. Era el último intento, como le prometió a su abuelo, uno “de los partidarios de que lo dejara”: “Le dije: ‘Déjame probar, hay una solución’. La probé y ha cambiado toda la película”.
Esta vez sí, se hicieron las cosas bien, con la intervención en el quirófano y con los tiempos que se marcó Márquez para recuperarse correctamente, sin pasos hacia atrás, algo que le tuvo que dejar muy claro su doctor: “Le dije: ‘Mira, yo soy un animal salvaje al que tienes ahora mismo dentro de una jaula. Cuando la abras, voy a salir corriendo, así que ábrela sólo cuando me veas listo, cuando sepas que no va a haber riesgo’. Se lo pedí así porque si me dice que al mes o mes y medio puedo probar la moto, sé que voy a ir a probarla”.
“Me cuesta ver el riesgo, y eso a veces es un punto fuerte y otras, un punto débil”, reconoce el seis veces campeón de MotoGP sobre una de sus principales cualidades, tomar más riesgos que los demás, aunque ya sabe bien donde debe hacerlo y donde no: “He aprendido que no tengo que arriesgar en el modo de afrontar una recuperación, pero seguiré arriesgando igual en la pista. Ese riesgo lo asumiré siempre, porque el día que deje de hacerlo empezaré a ir más lento y entonces sí que tocará irse para casa”.
“No me toques lo que no me tienes que tocar…”
Además de todo lo atravesado con su lesión, el español también habla de otro de los puntos clave en su carrera, el inicio de su enorme rivalidad con Rossi en 2015, al hilo de lo que se verá en Marc Márquez: All In, su documental para Prime Video. En concreto, le preguntan por la última carrera de Valencia en la que acabó segundo por detrás de Lorenzo, lo que le dio el título al mallorquín en detrimento del italiano: “Adelantarle (a Jorge) significaba correr un riesgo muy grande”.
“El que lo quiera ver negro lo verá negro, y el que lo quiera ver blanco lo verá blanco, pero el que quiera ponerse en la situación de un chaval de 22 años que ha vivido todo eso, lo verá gris”, resume Marc sobre aquello y deja “una frase que lo define muy bien”: “La de ‘carácter tengo, pero huevos más’. No me toques lo que no me tienes que tocar porque entonces va a ser peor”. Como algunos han podido comprobar…