Schareina: “Casi no podía andar con el peso de las botas”
El español habla de su “mejor Dakar” pese a los contratiempos y un golpe en el hombro que no le alejó de la lucha por una victoria que “al final llegará”.
Tosha Schareina (29 años, Valencia) hizo que pareciese fácil lo que resulta casi imposible en el Dakar. El piloto de Honda acabó con una segunda posición que le convertía en el primer español en el podio final de motos desde Marc Coma en 2015; pero el resultado lo contemplabla “casi como una victoria” por todo lo que vivió durante las dos semanas de competición. Una caída antes de que llegase la etapa de descanso le complicó unos “siete últimos días que se hicieron muy largos y no pude pilotar como me hubiese gustado”. Pero a pesar de todo, en el que ha sido su “mejor Dakar hasta la fecha” a la espera de una victoria “que al final llegará”, el valenciano recibió a modo de resultado una recompensa que valora muchísimo; por el sufrimiento del presente y la dedicación de toda una vida... en la que lo mejor todavía está por llegar.
—Lo primero de todo, enhorabuena. No sé si podemos decir, que este ha sido el año de su consagración.
—¡Muchas gracias! No sé si de consagración, pero lo que sí es seguro es que este ha sido mi mejor Dakar hasta la fecha y posiblemente mi mejor año deportivamente; eso por supuesto. Haber hecho el tercero en el Mundial y haber hecho segundo en este Dakar es increíble. Entonces, no sé si de consagración porque hay muchos objetivos por adelante que todos sabemos y que aún no he cumplido, pero posiblemente deportivamente hablando sí es el mejor año hasta la fecha.
—Entiendo que lo que todavía no ha llegado es ganar el Dakar, pero está en el camino para hacerlo. Usted lo tiene todo para conseguirlo, pero está claro que hasta materializarlo pueden pasar muchas cosas.
—Por supuesto que puedes tener, ya sea en este deporte o en otro, puedes tener todos los ingredientes, la mejor moto, la mejor preparación... que luego hay mil factores por los que llegas o no al objetivo. Pero bueno, por supuesto, yo creo que estamos demostrando que podemos estar ahí y además es que tenemos todos los ingredientes para lograrlo. Entonces creo que al final solo falta la ‘T’ de tiempo y al final llegará. No me cabe ninguna duda que llegará, por supuesto nos caeremos, nos volvemos a levantar y habrán muchas caídas (risas), pero al final si lo tienes claro y la gente también cree en ti, pues se unen todas esas cosas y hace que llegues.
—Ha sido uno de los nombres propios de esta edición, pero la realidad es que tan solo lleva cuatro dakares a sus espaldas y el camino hasta aquí ha sido complicado.
—Sí, es mi cuarto Dakar. Bueno, en realidad sería el tercero y un etapa, porque ya sabéis que el año pasado duré bien poco (sufrió una fractura en la primera etapa qu le obligó a abandonar). También hubo un año de por medio que no lo corrí, entonces al final no ha sido llegar y besar el santo, ha sido un proceso no de cuatro años, sino de toda una vida. Yo vengo de una familia muy humilde en la que me compraron una moto y empecé a correr carreras. De repente las cosas eran más caras y no podía correr y estuve a punto de dejármelo. Fue como en las manos de mi segunda familia, cuando me lo pagaban todo, que gracias a ellos y a otra mucha gente y a sponsors, pude seguir corriendo hasta tal punto de pasar de pagar por ir en moto a no cobrar; pero no pagar. En ese transcurso fue súper duro, porque si no hubiese sido por esta gente y sponsors imposible. No es que no tuviese dinero para correr, yo no tenía dinero ni para poner gasolina. Luego también viví un proceso muy duro en el que yo no pagaba por correr, pero no gané dinero. Entonces ocupaba todo mi tiempo como un trabajo normal, pero sin ganar dinero y también tenía que comer; entonces todo eso se hizo difícil. Luego empecé a ganar muy poquito y ahora en el punto que estamos, pero no ha sido un proceso fácil. La gente yo creo que solo ve lo de ahora, que vamos viendo la luz después del túnel, pero ha sido un proceso muy largo en el que los míos, los que han estado siempre a mi lado, me han visto crecer y me han visto que no teníamos dinero ni para poner gasolina para ir a etrenar.
—A pesar de todo eso, siempre tuvo muy claro que quería ser piloto de rallys ¿Podemos decir que está cumpliendo el sueño de toda una vida?
—Sí, queda un poco mal que lo diga yo, pero los que están a mi lado siempre dicen ‘ostras, es que lo tenías todo súper claro’ y es como que ahora voy cumpliendo con todo lo que he predicado. Sabía que era muy difícil, pero lo tenía claro que iba a llegar. Desde siempre he querido hacer rallys, por supuesto empecé con el motocross y luego seguí en el enduro, pero ahora estamos aquí. Siempre me ha llamado la atención los rallys y siempre quise hacerlo. Si hubiese sido por mí o hubiésemos tenido los medios, hubiese llegado antes al rally. Pero bueno, al final se ha dado de esta manera, siempre quiero pensar que todo pasa por algo y que sea para bien. Me hubiese gustado llegar antes al rally pero bueno, se ha dado así y la verdad es que de momento no está yendo mal. Estamos cumpliendo todos, ya no objetivos, sino todo lo que predicamos en algún momento y poco a poco se va cumpliendo.
—Ha recordado que lleva tres dakares y una etapa, después de haber tenido que abandonar el año pasado tras una caída. Esta segunda posición, ¿le saca esa espina?
—No, para nada, porque no tenía ninguna espina clavada. En cuanto ocurre así, una caída o algo que no nos gusta, hago borrón y cuenta nueva. Esas situaciones las cojo como aprendizaje porque al final la vida es un aprendizaje y cada momento intentas coger lo mejor. Eso también me sirvió para este año no relajarme en ningún momento y lo veo así. Creo que no hay ninguna espina clavada, creo que es un proceso y que todo ayuda para cómo ha salido también este año.
—Al menos en este proceso sí ha vivido cómo cambia todo en el Dakar de un momento para otro. Porque ha pasado de decir adiós, a acabar como la mejor Honda teniendo además al vigente ganador (Brabec) en su equipo.
—Sí, a ver, por supuesto que todos sabemos que somos compañeros dentro de un equipo pero cuando nos ponemos el casco también todos somos rivales en cualquier disciplina. Por supuesto estar delante de todas las Hondas también es algo que me da alas y me gusta. Como he dicho todos, luego nos quitamos el caso y somos todos amigos pero nos queda esa rivalidad, que la veo también bien y que nos hace mejor a todos. Aunque la verdad es que ha sido un Dakar de superación, porque además este año tuvimos una pequeña caída (en la etapa 5) y nos hicimos daño en el hombro, pero ahí queda. La verdad es que no sabíamos bien qué teníamos, pero sufrimos en este Dakar en exceso.
—Ha sido un Dakar de contratiempos para usted, pero nunca tiró la toalla. Siempre se le vio confiado en poder remontar y nunca renunció a la victoria.
—Sí... Yo a veces tengo un fallo y es que no me gusta quejarme, me da bastante rabia quejarme y (esa mentalidad) la veo bien entre comillas, pero también a veces me condiciona. No lo sabe nadie, pero nosotros llegamos al Dakar, yo llegué al Dakar ya tocado de la cadera. Tuve una caída y llegué muy tocado de la cadera, que casi no podía caminar con el peso de las botas, pero bueno, luego tampoco es excusa. Me subí a la moto y ahí al final se te olvida todo. Eso sí, tuve ahí unas semanas antes del Dakar muy complicadas. Por supuesto que luego, durante el Dakar, al final son muchas etapas, muchos días, muchos kilómetros y a todo el mundo le pasa algo, pero luego con el tiempo te enteras. Pero es verdad que en las etapas hemos sufrido mucho, los últimos siete días, es decir, la mitad de carrera, se me hizo muy larga y no pude pilotar como me hubiese gustado. Pero como digo, no es excusa y no quiero decir que el Dakar hubiese sido de otra manera, porque por supuesto Daniel (Sanders) hizo una carrera increíble.
—Parece que ha hecho fácil algo que realmente no lo es. Más allá del segundo, simplemente por como llegaba, ¿cuánto de importante era acabar usted?
—Lo era, pero en ningún momento se ha visto la opción de la victoria y de luchar por la victoria como un imposible. Hasta el último momento hemos intentado luchar, se nos ha escapado, pero relacionado con todos los factores que han ocurrido lo veo como casi una victoria. Aunque lo que realmente queríamos era acabar con ella. Pero bueno, no es excusa, en ningún momento hemos tirado la toalla y en ningún momento no hemos pensado en descartarnos por la victoria. Aquí veníamos a ganar.
—¿Llegó a sentir que era el rival que más preocupaba? Porque se llegó a comentar el que el primer control anti dopaje de la historia se hizo por usted...
—No lo sé, la verdad. Al final escuchas muchas cosas a tu alrededor, pero yo intento no creer en todo ello. Quiero pensar que no lo hicieron por mi, que al final tenemos una rivalidad sana entre las marcas, y que al final todos ellos quieren lo mejor para mí, y yo por ellos. Entonces intento no intoxicarme de lo que hay por ahí. Pero también hay que decir que, nos ayudó para demostrar de que, después de un problema en el hombro, estábamos corriendo como toca. Entonces, la verdad es que lo veo bien, y nos ayudó a demostrar de que estábamos luchando en igualdad de condiciones que los demás pilotos.
—El hecho de que la victoria se haya quedado tan cerca, ¿le hace no valorar como se debería esa segunda posición?
—No, por supuesto que la valoro muchísimo, pero por todo lo que ha ocurrido durante el Dakar; por lo duro que ha sido y también por todo lo que hemos luchado durante toda la vida como he dicho. Al final son los resultados los que cuentan y con estos resultados, este segundo puesto, puedo devolver un poquito eso de que haya apostado por mi tanta gente. Entonces, con esto, te da alas y te hace poder devolver todo eso que han apostado por ti.
—Ha devuelto la confianza con creces, porque ha mejorado a el quinto de un Barreda que ganó 29 etapas y además es el mejor resultado español desde Marc Coma en 2015. Son palabras mayores.
—Sí, a ver, son grandísimos pilotos y mis ídolos, como siempre digo. Ahora, poder estar ahí comparándome con ellos a nivel de resultados es increíble. Pero bueno, la realidad es que siempre tenemos que tener los pies en la tierra porque todavía queda muchísimo. Me queda muchísimo por estar a su altura, pero cada día seguiremos entrenando para poder estarlo.
—Para acabar el año, ¿el objetivo es el Mundial?
—Sí, este año va a ser el primero que corramos el Mundial al completo, tocamos madera, y por supuesto vamos a tener todas las posibilidades de luchar por el campeonato. Tenemos que ver un poco qué hacen nuestros rivales, por supuesto, porque quiero que Sanders corra también todas las carreras para poder ganarlo como toca y para poder luchar por ganarlo como toca. Pero sí, el objetivo es poder luchar por la victoria en el Mundial.
—Mucha suerte.
—Muchas gracias.
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