La chispa que faltaba
Red Bull juega en casa en Austria y el gran premio vale más: hay carrera al esprint el sábado. Buen trazado para el RB18, no tanto para Mercedes.
La digestión de Silverstone ha sido ligera en España, con el triunfo de Carlos Sainz, pero pesada fuera, y con múltiples temas de conversación. La fiabilidad lastró a Verstappen, que por primera vez cedió puntos importantes desde que puso la velocidad crucero en 2022. Mercedes está llegando, los otros grandes sienten la presión de un Hamilton con sed de venganza. Y la tranquilidad nunca llega a Ferrari, ni siquiera cuando ganan, porque la estrategia que lastró a Leclerc se ha transformado en críticas desde ciertos sectores de la Prensa italiana y extranjera. El propio Binotto se encargó de dar explicaciones en primera persona: “Fue lo más lógico, protegimos la posición en pista de Charles, si le paramos habría salido detrás de Lewis, que tenía unos neumáticos duros casi nuevos. Y paramos a Carlos para cubrir todas las opciones, si no dividimos la estrategia nos arriesgábamos a perder la carrera”.
Pero la Fórmula 1 no para, este fin de semana se celebra el GP de Austria en un terreno de juego desequilibrado sin pudor hacia una de las dos porterías: Red Bull Ring, en Spielberg, la casa de la bebida energética que impulsa al equipo de Milton Keynes. Y la segunda residencia de los fans más incondicionales de Max Verstappen: las colinas de Estiria esperan a 50.000 ‘dutchies’, los litros de cerveza se facturan aparte. Pero la entrada ascenderá hasta rondar los 120.000; como prácticamente todos los grandes premios occidentales en 2022.
La pista favorece al RB18: rectas razonablemente largas y curvas lentas. Es un circuito de tren trasero, al contrario que Silverstone, y eso debería restar puntos fuertes a Ferrari. Más aún a Mercedes, que hasta ahora solo se ha mostrado verdaderamente competitivo en la pista de casa, con curvas de alta velocidad. En 2021, Verstappen ganó las dos ediciones (Austria y Estiria), el neerlandés también se impuso en 2018 y 2019, cuando Red Bull no era ni mucho menos favorito. Este año, que suma seis victorias en diez carreras, todos los caminos llevan a Max.
Puntos
No todos los grandes premios valen lo mismo en esta Fórmula 1. Que se lo digan a Ferrari, que en Ímola no solo perdió la oportunidad de ganar en casa; también vieron como Red Bull sumaba 58 puntos (el doblete convencional son 44) gracias al sábado. Este viernes hay clasificación con ‘poleman’ y el sábado, carrera al esprint con ocho puntos para el ganador. Es el segundo del curso, el tercero y último llegará en Brasil. El lugar acompaña, suele generar buenas carreras. De hecho, el duelo Verstappen-Leclerc nació en su compleja curva tres, cuando el Red Bull se apoyó literalmente sobre el Ferrari para trazar la curva, adelantarle y ganar la carrera hace tres años. Fue investigado durante dos horas, pero aquel día Masi dictó jurisdicción al permitir que las luchas cuerpo a cuerpo pudieran ir un paso más allá. Aunque, visto Silverstone, quizás no convenga centrar los focos sobre estos dos pilotos. Sainz llega en racha. Checo también. Y Lewis.