Franqueza total de Aleix: “Hicimos el ridículo en las últimas carreras”
“Esta moto ha sido un espectáculo de conducir prácticamente en todo el año, un lujo, y ahora sí que es un mal sueño conducirla”, dice.
Dolió escuchar la exposción de Aleix Espargaró ante los periodistas españoles tras la carrera de Malasia, la misma en la que dijo adiós a cualquier opción de título en MotoGP con la décima plaza. “Estoy muy triste” o “hemos hecho el ridículo en las últimas carreras” son frases que definían perfectamente su estado de ánimo. Y eso fue después de romper a llorar desconsolado en el box al ver que el sueño del tútulo se le escapaba definitivamente. Il Capitano estaba hundido, pero nadie le puede quitar el gran año que ha hecho con la Aprilia, marca que ha llevado a la primera línea del campeonato.
Al preguntarle si maldice la gira transoceánica, en la que ha ido claramente a menos, dice: “Sí, pero otros dirán maldito inicio de campeonato. Pero, sí, para nosotros ha sido un mal sueño. El resumen es que esta moto ha sido un espectáculo de conducir prácticamente en todo el año, ha sido un lujo, y ahora sí que es un mal sueño conducirla. No lo entiendo muy bien, no tenemos nada de tracción, los motores no corren absolutamente nada… Un mal sueño”.
Al pedirle que explique el cambio, no tiene respuesta, y al intentar saber si es que ha empeorado Aprilia o han mejorado los demás, tiene claro que “ellos han mejorado mucho. Si analizas la clasificación de hoy están las Ducati delante, pero Fabio ha hecho una buena carrera y ha sido tercero, hay alguna KTM delante nuestro, la Suzuki de Rins también… Más o menos la clasificación es esa. Nosotros hemos dado un paso atrás enorme. Justo lo comentaba ahora con Maverick, que menos mal que está él, porque si no lo normal y lo lógico es que el equipo hubiera pensado que quizás yo no voy tan rápido en estos circuitos. Incluso a mí mismo me hubieran entrado dudas. Pero es que él ha ganado aquí, en Australia, y hemos ido muy despacio. Las motos no funcionan, no hay nada de tracción, es muy difícil”.
Sobre su estado de ánimo, confiesa: “Estoy muy triste. Yo no soy tonto, soy consciente de que era muy difícil ganar el Mundial, pero me habría gustado lucharlo hasta el final con los resultados que hemos estado haciendo en la primera mitad de año, y hemos hecho el ridículo en estas últimas carreras. Y ahora peligra hasta la tercera posición”. El español le saca aún un punto a Bastianini, así que Valencia decide también en ese sentido.
Y cuando le preguntamos si está triste por haber perdido el campeonato o por miedo a que esta oportunidad no vuelva a presentarse en el futuro, aclara: “No, no, no tengo dudas, veréis que el año que viene en el parón del verano estaremos las dos Aprilia delante luchando por el campeonato, no tengáis ninguna duda. Pero no puedes mirar al futuro cuando va así, tienes que mirar al presente e intentar sacar petróleo, y es una pena lo que hemos perdido. Es verdad que he cometido algunos errores este año, pero he acabado todas las carreras, he estado delante. Y si miras las últimas cuatro carreras he cogido quince puntos: eso es increíble, cuando en Europa en cuatro o cinco cogía 60″.
Está claro que estar lejos del cuartel general de momento es muy caro para Aprilia. Él también lo ve así: “Sí. Yo creo que ni ellos saben muy bien qué está pasando. Al menos eso creo. Si lo saben, tampoco me lo han dicho. Les he pedido que, obviamente, ahora hay que hacer un análisis grande e intentar entender qué nos está pasando para el futuro, futuro que es el año que viene, y para el futuro inmediato, que es Valencia. Necesito dos motos nuevas, chasis, basculante, todo nuevo, para intentar hacer una buena carrera y luchar por el podio”.
Como resumen del curso, dice: “El año que hemos hecho es de locos, una cosa no quita a la otra, nadie lo hubiera dicho. Llevo casi 220 puntos, estoy tercero del mundo a falta de una carrera, poles, he ganado una carrera, he hecho un montón de podios… Es brutal el año que hemos conseguido. Somos competitivos y eso es bueno y malo. Nunca es suficiente, pero hay que querer siempre más. Me hubiera conformado con seguir al mismo nivel que estuve en la primera mitad de año, luchando con los mejores hasta el final, y si luego lo pierdes, lo pierdes. Pero me decepciona mucho cómo hemos acabado. Se nos ha quedado grande. Yo estoy muy orgulloso de todo el equipo Aprilia, desde el primer mecánico al último, los ingenieros, el presidente, con Maverick hemos hecho un trabajo brutal de equipo. Mira, me leía unas declaraciones la semana pasada del test de Malasia, porque estuve repasando mil cosas, y dije: va a ser muy importante el trabajo en equipo, el crecer, el hacer mejorar la moto. Lo hemos conseguido. Hemos hecho un año impresionante, pero una cosa no quita la otra. Se nos ha quedado grande. Espero que nos sirva para aprender y que en el futuro podamos alargarlo”.
¿Se refiere a algo más estratégico dentro del box o es algo técnico? Su respuesta: “Yo creo que es algo técnico, de desgaste de material, no lo sé. Pero las motos no corren absolutamente nada. No sé si habéis mirado las velocidades de la carrera de hoy, pero perdía cerca de 18-20 km/h en todas las vueltas, cuando mi moto era un misil la primera parte del año. Y no es porque frenara antes. La frenada sigue siendo buena. Pero ni la moto corre ni, sobre todo, tenemos nada de tracción”.
Y la pregunta definitiva fue si creía que esa bajada de rendimiento podía estar relacionada con el compromiso de la inversión. “Cualquier cosa que diga ahora irá en mi contra, pero está claro que no tenemos el tamaño de otras fábricas. No me hagáis decir nombres, pero eso está clarísimo. Por una parte eso me hace estar más orgulloso de lo que hemos conseguido, y por otra nos hace volver a la realidad”, sentenció.