Aleix no falla a la hora de la pole

Cuántas bocas está tapando Aleix Espargaró esta temporada, empezando por la mía. No hace tanto que generaba en muchos carcajada aquella frase suya del año pasado asegurando que se sentía uno de los tres mejores de MotoGP y ahora está dando una exhibición en el GP de Cataluña. El de Aprilia ha liderado el FP3 de la mañana con récord de pista en Motnmeló, ha vuelto a ser el más rápido en el FP4 y no ha fallado a la hora de pelear por la pole, logrando la segunda de la temporada para él y de nuevo pulverizando el récord del trazado catalán.

La presión es máxima alrededor del piloto de Granollers, pero la gestiona como si llevara 400 poles a sus espaldas en vez de cuatro: Assen 2014, Montmeló 2015, Termas 2022 y Montmeló 2022. El GP de Cataluña está saliendo calcado al del GP de Argentina, donde Aleix firmó su primera victoria mundialista a los 32 años, saliendo desde la pole, en una cita en la que no estaba Marc Márquez por baja, como aquí, con temperatura elevada y asfalto con poco agarre, también como en el Circuit.

Además, se da la circunstancia de que entre la competencia está asumido que el ganador en este escenario ha de ser el mayor de los Espargaró y que el resto de la parrilla casi como que compite por la segunda plaza. La teoría dice eso y otra cosa será plasmar el claro favoritismo en victoria cuando llegue la hora de la verdad, pero lo bueno para él y para los muchos que desean su triunfo es que ya ha demostrado este mismo año que sabe hacerlo, y que en esta novena cita del curso ya tiene la mitad del trabajo hecho.

El que más cara ha vendido la piel en la batalla de la Q2 ha sido Francesco Bagnaia. Con Aleix ya esperando a que el de Ducati terminara, en su último intento venía en casco rojo después del tercer parcial, pero perdía unas milésimas preciosas en el cuarto y se quedaba a 0.031 del poleman, que con su 1:38.742 establecía un nuevo récord que será la referencia cuando MotoGP vuelva aquí la próxima temporada, porque en la carrera de mañana no se acercarán a ese registro.

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Aleix, que saldrá a por su quinto podio consecutivo, no le valdrá esta vez otra cosa que no sea la victoria en casa. En Mugello le penalizó salir séptimo para luchar por ella y tuvo que conformarse con una buena tercera plaza, por detrás de Pecco y Fabio Quartararo, que aquí serán sus compañeros de primera fila, por ese orden. Con el francés, además de la victoria o el podio, se jugará también el liderato, porque el de Yamaha llega al frente de la general con ocho puntos de ventaja sobre el de Aprilia. Vaya duelo llevan este año, y lo que les queda...

Desde la segunda fila saldrán Zarco, Di Giannantonio y Martín. Desde la tercera, Rins, Maverick y Marini. Y desde la cuarta, Pol, Miller y Nakagami. Más atrás saldrán Mir 17º (desconocido) y Fernández 24º. El que no ha salido a la Q1 por la caída sufrida en el FP4 ha sido Álex Márquez, que es duda para la carrera. Se ha golpeado la mano derecha, el cuello y se le ha roto un diente, pero no sufre ninguna fractura. Mañana pasará revisión médica.

Y una última reflexión sobre Aleix y su extraordinario estado de forma y el de su Aprilia... Que su RS-GP va de maravilla es una obviedad, porque aquí no hay supermanes, pero que la diferencia la marca el papá de Mia, a la que le ha dedicado el casco rosa que lleva este fin de semana, también. En la vuelta rápida de Aleix, a dos del final de la sesión, se enganchó a su rueda su compañero Maverick y, lo que debía haber sido una ayuda divina para Mack, no lo resultó porque no pudo seguir su empuje y perdió medio segundo con él. En el siguiente giro, algo más lejos, tuvo una segunda oportunidad, pero esa vuelta no fue buena para ninguno de los dos porque Aleix se coló. De ahí al final, el poleman esperó a que Bagnaia completara su última vuelta, lo que siguió desde los monitores que rodean la pista, para celebrar después el éxito conseguido, un aperitivo de lo que puede ser el gran banquete de mañana, ganando la carrera de casa. Ojalá.