La F1 dispara su popularidad
Tras el estreno de su serie en Netflix, el Mundial se ha convertido en un fenómeno social que atrapa a jóvenes y rompe récords en audiencias.
La Fórmula 1 ha entendido por fin qué era lo que se necesitaba. Se había etiquetado como un deporte antiguo y ahora goza de una buena salud que otras especialidades históricas envidian, si acaso con permiso del fútbol. El 'Gran Circo' ha conseguido lo que muchos aún no son capaces: enganchar a los jóvenes que, de pronto, se agolpan a las puertas de los circuitos (o incluso de los hoteles) en busca de un saludo y una foto de sus pilotos favoritos. Algo que hace unos años, parecía impensable, porque se identificaba al automovilismo con el petrohead cuarentón. Hacía tiempo que la F1 necesitaba una vuelta de tuerca y Liberty Media ha sabido ponerla en marcha.
No hay dudas, la F1 se ha rejuvenecido desde la salida de Bernie Ecclestone de la directiva. Sus audiencias iban en descenso entonces, a pesar del potencial que tenía la competición. Liberty Media, que se convirtió en 2016 en el dueño de los derechos comerciales de la F1, ha contribuido decisivamente para convertir el Mundial en todo un fenómeno social.
Zak Brown, CEO McLaren Racing y un experto en márketing deportivo, sostiene que la F1 "está en una situación muy saludable y un momento muy fuerte". Y los números lo avalan: el pasado curso las audiencias fueron de récord, llegando a una audiencia acumulada de 1.550 millones de espectadores en todo el año, lo que supone un aumento del 4% respecto a 2020. Además, a nivel mundial, la audiencia media por gran premio fue de 70,3 millones. La mejor cifra desde 2013.
Y está claro que el cierre de la temporada jugó también a su favor. La carrera en Abu Dhabi 2021, con el Mundial por decidir, se convirtió en el evento más seguido del curso con un total de 108,7 millones de espectadores, un 29% más que la misma cita en 2020. Tal fue la locura que provocó esa carrera que la convirtió en el séptimo evento por cable (de pago) con mayor audiencia en toda la historia. Pero una temporada apretada hasta la última vuelta no ha sido la única causa del aumento en las audiencias. Tampoco las carreras al sprint, que se situaron rápidamente entre las mejores audiencias del año. La F1 ya no es solo un deporte, se ha convertido en un acontecimineto social, acompañado con la llegada de pilotos jóvenes a la competición, que han dado al Gran Circo ese aire fresco que pedía desde hace años. De hecho, el Mundial de Verstappen se tradujo en un aumento del 81% de las audiencias en Países Bajos.
Audiencias en aumento
Y, con el inicio de la nueva era en este 2022, la tendencia sigue al alza: la carrera de Bahréin reunió a 686.000 espectadores (5,6% de share), la de Arabia Saudí unos 774.000 (6,9%) y Australia, otros 196.000 espectadores y un gran 21,6% de share en España (récord en comparación a las cifras de 2019 y 2018, siendo la carrera a las siete de la mañana). Cifras de récord que superan el máximo visto en una la televisón de pago, cuando en 2018 el GP de España se siguió en Movistar por 578.000 espectadores. Pero no se queda solo en el seguimiento por televisión, la carrera en Barcelona ya cuelga el cartel de completo dos meses antes de su cita: unos 100.000 espectadores que no se veían en España desde la época dorada de Alonso, entre 2004 y 2008. Eso sí, el circuito incluso ya trabaja en ampliar este aforo para su cita el próximo 22 de mayo.
La F1 ha cambiado hacia una cultura más americana: además de deporte, se busca el espectáculo. Y, en eso, Liberty Media se puede colgar la medalla: es ya el deporte más importante en las plataformas de redes sociales o, al menos, el que más crecimiento ha forjado. Su aumento en 2021 fue de un 40%, alcanzando los 49,1 millones de seguidores en todas sus redes sociales . Así, la F1 crece de la mano de los más jóvenes (entre 18 y 24 años), ganando unos espectadores que podrán interesarse en este deporte durante décadas. Eso que tantos otros intentan.
Fenómeno Netflix
Ese sentimiento de satisfacción ante el aumento de la popularidad es casi unánime en todo el paddock. Sin ir más lejos, Carlos Sainz es otro de sus grandes defensores: "Netflix es un gran activo para la F1, abre el deporte, no hay más que ver lo que ha pasado, especialmente, en lugares como Austin (aforo completo en el circuito con 400.000 espectadores en las gradas), o lo que parece que sucederá en Miami (debuta en el Mundial este 2022). Este éxito y estas audiencias son, en parte, gracias a Netflix. Muestra que la F1 es un gran deporte y empieza a seguirse tanto como creo que se merece. Estoy feliz por poder seguir trabajando con Netflix, porque mi imagen y la de mi equipo se expande por el mundo".