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FÓRMULA 1

"No es tan fácil resolverlo"

El Ferrari vuela, pero aún bota en las rectas. "No se ha corregido todavía y en algunos circuitos lo sufrimos más", admite Binotto sobre el ‘bouncing’.

Leclerc, por delante de Verstappen y Russell en Australia.
Robert CianfloneGetty Images

Difícil encontrar puntos débiles a este Ferrari después de dos victorias de Leclerc, el líder, en tres carreras, y con Carlos Sainz tercero en el Mundial. El F1-75 presume de motor, de velocidad punta, de carga aerodinámica y de gestión de los neumáticos, pero aún se le atasca uno de los problemas característicos de esta nueva generación de coches: el 'porpoising' o 'bouncing', ese extraño fenómeno mediante el cual los monoplazas pierden de golpe la carga aerodinámica en las rectas y botan violentamente a más de 300 kilómetros por hora. Los pilotos lo han señalado, aunque tampoco hacía falta: es más que evidente a simple vista.

Mattia Binotto, jefe de la escudería, admite el inconveniente y no encuentra una solución sencilla, aunque no afecta directamente al rendimiento del coche: "Es algo que nos afectó en Yeda, no solo en Melbourne, que no se ha corregido todavía. No es tan sencillo resolverlo, intentaremos mitigarlo en Ímola, pero somos conscientes de que todavía no está terminado. Es difícil mantenerlo bajo control y en algunos circuitos, por la razón que sea, lo sufrimos más que en otros. Desde el viernes de Australia ya sabíamos que sería un problema". En cualquier caso, no impidió la pole del monegasco ni su victoria en Albert Park.

Leclerc, por su parte, piensa que puede tolerarlo. "Parece horrible en las cámaras 'on-board', pero no soy muy sensible desde el coche. No me molesta en cuanto a prestaciones. Pero es algo con lo que queremos terminar porque no nos ayuda a ser consistentes. Es cierto que en Australia no habría podido ir más rápido si no hubiera tenido 'bouncing'. Todo fue bien, aunque no es cómodo hacer 58 vueltas en esas condiciones", dijo el monegasco. Sainz fue algo más allá el sábado de Melbourne, reconoció que hubo que "comprometer el 'set-up" para evitar un rebote excesivo.

Pocas mejoras en Ímola

Ferrari corre en casa la próxima semana, en el GP de Emilia Romaña de Ímola, y al contrario de lo que pueda parecer, no presentarán mejoras importantes en ese fin de semana. Primero, porque el F1-75 funciona, y después porque habrá carrera al sprint y solo un entrenamiento libre antes de afrontar la clasificación del viernes. En esas circunstancias, apenas hay tiempo para calibrar las novedades aerodinámicas. "Puede ser un fin de semana difícil a la hora de traer evoluciones y probarlas el viernes. No habrá muchas en Ímola, porque creemos que no es el lugar correcto. Intentamos mitigar los problemas que tenemos por ahora, que son el 'porpoising' y el 'bouncing' que afectaron nuestro rendimiento durante el fin de semana. Nuestras mejoras más significativas llegarán más adelante durante la temporada", opina Binotto. Por ahora, los 39 puntos de ventaja en el campeonato de constructores sobre Mercedes dan la razón a Maranello. Con o sin bote.