"Nunca he visto a Marc tan hundido"
El menor de los Márquez relata desde Termas de Río Hondo cómo se encuentra su hermano tras la reaparición de la diplopía: "Se está sintiendo muy bien".
Marc Márquez vive un 'déjà vu'. Él mismo lo reconocía a través de sus redes sociales, único canal por el que el ilerdense se ha dejado ver desde que la diplopía volvía a aparecer en su vida. Tal y como ya sucedió el pasado mes de octubre, la visión doble vuelve a apartar al campeón del mundo de los circuitos, justo en el año en que el objetivo volvía a ser darlo todo. El de Honda se ve obligado a perderse la cita en Argentina y, aunque su mejoría es "muy favorable" una semana después de la caída en Indonesia, resulta muy esperanzador poder verlo en Austin la próxima semana. Por eso, todo apunta a que su reaparición no será hasta que MotoGP pise suelo europeo. Pero, como se ha insistido tanto, un nervio no conoce de plazos de tiempo.
Mientras Marc se ha tenido que quedar en Madrid siguiendo su recuperación, al otro lado del charco, Álex Márquez ha tenido que hacer, una vez más, de portavoz. El piloto del LCR Honda ha confesado lo mal que lo ha pasado su hermano en esta tercera recaída porque, una vez más, ha tenido que ver cómo los fantasmas del pasado reaparecían sin dar un respiro. Aunque todo apunta a que la situación está remontando a pasos agigantados: "El primer día es normal que él estuviera tan de bajón, nunca le he visto tan hundido, pero, por suerte, la mejoría está llegando. Se está sintiendo muy bien".
Lo que nunca faltan son los ánimos de su hermano menor que, en vista de los problemas logísticos que han obligado a cancelar la jornada de entrenamientos en Termas, no ha dudado en bromear con Marc. Eso sí, un regreso todavía es precipitado y habrá que esperar al próximo parte médico del campeón. "Esta mañana, cuando vi el nuevo horario, hasta bromeé con él, le dije: 'Así tienes un día más para estar en forma y venir'. Sólo lo hice por hacerle una broma e intentar que estuviera más contento. Él me dijo: 'Todavía no'. Él ha notado alguna mejoría y eso es muy bueno para su curación. Espero verle de vuelta muy pronto", comentaba Álex durante su rueda de prensa de los jueves, desde Argentina.
Y, aunque admite que "no es normal la racha que está teniendo", el del LCR Honda confía más que nunca en su hermano mayor, que siempre ha logrado salir victorioso de sus peores momentos. "Me toca más de cerca porque es mi hermano y vivo esos momentos malos de él, pero es Marc y siempre lo hemos visto salir de situaciones límite. Seguramente esta sea la más límite porque son muchas piedras en el camino, pero estoy seguro que es algo que no le hará cambiar su estilo", confiesa a los micrófonos de DAZN.
Honda necesita a Marc
Después de dos años de pandemia, Argentina aparecía de nuevo en el calendario para dar una atisbo de esperanza a Honda. Termas de Río Hondo siempre ha ido una pista muy positiva para la marca del ala dorada, donde ha conseguido hasta cuatro victorias desde 2014. Son la referencia. O más bien Marc, quien asesora tres de esos cuatro triunfos (Crutchlow consiguió la cuarta). Sin embargo, la estructura vuelve a perderle y, aunque Stefan Bradl ha llegado para ocupar su lugar, el trabajo de Márquez se echará en falta en una marca que todavía depende mucho de él.
"Es mi hermano y quiero verlo en pista. Para los pilotos de Honda también es bueno tenerle a él siempre en pista y que ponga la moto al límite. Por suerte, los últimos días ha tenido una evolución muy favorable, como dice el médico. Eso también le hace ser más positivo. A ver si tiene suerte y puede recuperarse bien", añade su hermano, Álex, quien se convertirá en el segundo de Honda tras Pol Espargaró. Y es que, sumado a la baja por COVID de Takaaki Nakagami, la faena se acumula para los dos españoles en un fin de semana que se reduce a dos jornadas.