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MOTOGP | INDONESIA

El calor extremo de Indonesia "supera al de Malasia"

"Aquí el sol calienta bastante. Es un circuito bastante físico, con muchas vueltas que dar en carrera y esto hará que sea una bastante dura", augura Mir.

Joan Mir rodando en Mandalika.
motogp.com

Grandes ventiladores en los boxes, dirigidos por momentos a las motos para refrigerar los motores y otras veces a los pilotos, toallas con hielo, litros y litros de agua complementados con bebidas isotónicas y, en el caso de los pilotos más privilegiados, piscinas de plástico con agua helada para rebajar la temperatura del cuerpo. Esos son algunos de los recursos para intentar llevar mejor el calor extremo de Indonesia, que supera al de Malasia según aseguran miembros del paddock.

A todos nos les ha pillado por sorpresa el calorazo de Mandalika, superior también al de hace un mes cuando se llevó a cabo en esta pista el último test de la pretemporada. Tony Arbolino, por ejemplo, ha hecho entrenamientos de bicicleta estática en una habitación acondicionada con más calor y humedad de la habitual. Así se le ha hecho más llevadero al piloto de Moto2 los 31 grados de temperatura ambiente y los 52 que había en el asfaltado durante su salida a pista en el FP2. Esa sesión ha sido en la que más caliente ha estado el asfalto, porque en las de MotoGP y Moto3 se ha mantenido la temperatura ambiente en 31 grados, pero la de la pista era de 48 y 43, respectivamente.

Joan Mir ya intuía el jueves que tocaba enfrentarse a un fin de semana "de supervivencia" y al pedirle AS que comparara estas sensaciones térmicas con las de Sepang ha sido muy esclarecedora su reflexión: "Aquí la humedad es un poquito más baja que en Malasia, pero hay más grados de temperatura. El sol calienta bastante. Es un circuito bastante físico, con muchas vueltas que dar en carrera y esto hará que sea una carrera bastante dura. Nos preparamos y nos refrescamos cuando salimos del entrenamiento con agua fría y otras cosas, pero todas las precauciones nunca van a ser suficientes con este calor".

Aleix Espargaró, que a veces tiende a exagerar, decía el jueves esto: "Nunca he sentido tanto calor como en Mandalika. Es una locura. Hay 65 grados en la pista, nunca he visto eso. Así que va a exigir mucho a las motos, pero también a todo el material, al motor e incluso a la fuerza física de los pilotos. Esto está al límite con 45 grados en el aire y 65 grados en la pista. Empieza a ser peligroso para las motos, pero también para los pilotos. Hay que tener en cuenta que, además de la temperatura ambiente, las motos están muy, muy calientes. También tenemos un mono de competición, que en mi caso es negro, y si lo juntas todo hace un gran cóctel". Por suerte para él y para todos las temperaturas aún quedaron lejos de esos 45 y 65 grados que vaticinaba.

A ver cómo evoluciona durante el fin de semana, pero todos ya han comprobado el primer día que el calor de Mandalika es más extremo que el de Sepang, y eso no sólo dificulta el aguante físico y el de las máquinas, porque también complica el agarre del asfalto, que se hace más deslizante. Por eso Michelin ha traído para MotoGP un cuarto compuesto más duro en las opciones delanteras y ha recuperado unas carcasas más rígidas para los traseros. El final de carrera puede ser dramático en este sentido...