El nuevo récord de Sebastien Loeb
Su victoria en Montecarlo con casi 48 años le coloca también a la cabeza del ranking de ganadores con mayor edad, una de las pocas marcas que aún le restaban por batir.
Pocos adivinarían que ese personaje que dio la voltereta en el aire ante el Palacio de los Grimaldi en Mónaco está a punto de soplar 48 velas. Quizás al verle pilotar con las gafillas de ver de lejos se acercarían más a su edad real. O quizás es la constatación de que los cuarenta son los nuevos veinte. Lo cierto es que Sebastien Loeb ha vuelto a batir un nuevo record. Con 47 años y 331 días se ha convertido en el ganador más veterano de un rally del Mundial.
Un hito a sumar en su inagotable lista: 9 títulos mundiales, 80 victorias, 927 tramos ganados y, ahora, el más longevo en subir a lo más alto del podio. Con su octavo triunfo en el Rally de Montecarlo, que también le coloca a la cabeza del ranking de la cita monegasca, Loeb ha superado a Björn Waldegaard como el piloto que gana con más edad una prueba del Mundial. Una marca que el sueco atesoraba desde el Rally Safari de 1990, ni más ni menos.
Su anterior victoria en el Rally de España de 2018 le colocó tercero en ese ranking tras Waldegaard y Hannu Mikkola. Dos pilotos a los que ha superado a poco más de un mes de cumplir 48 castañas, el 26 de febrero. Y, tras lo visto en las carreteras de los Alpes, si finalmente se decide a correr más pruebas este año, no resulta descabellado pensar que volverá a batir su propia marca.
Lo cierto es que en los rallys siempre ha primado la experiencia sobre la juventud, y es por ello por lo que la lista de cuarentones ganadores de pruebas el Mundial es muy extensa. Pero triunfar con casi medio siglo a las espaldas era algo tan impensable que han pasado casi cuatro décadas para que alguien batiera a Waldegaard. Eso sí, que se prepare Loeb, porque su amigo Carlos Sainz está decidido a ponerle el listón muy alto en el Dakar, donde quiere triunfar la próxima edición con ¡60 años! Allí se volverán a ver las caras con casi toda seguridad dentro de un año en un duelo de longevidad impensable en el deporte de élite. Vamos a tener que ir pensando en cambiar el dicho de que los viejos rockeros nunca mueren: ahora son los pilotos de rally los inmortales.