"Ganamos en la pista"

Verstappen recibe este jueves, de manos de Jean Todt, el trofeo de campeón del mundo. Vestido de esmóquin y después de celebraciones entre el circuito y la fábrica, se acabó la controversia: hubo debate en el GP de Abu Dhabi por la utilización del coche de seguridad que generó una última vuelta inolvidable para unos y forzada para otros. Pero no hay debate en cuanto a la valía del 34º campeón de la F1: con 24 años, el neerlandés es el cuarto más joven con título mundial después de Vettel, Alonso y Hamilton. Con 20 victorias y 60 poles en ocho temporadas, el reinado de Mad Max apenas acaba de empezar.

Fue en la gala de entrega de premios de la FIA, en el Carrousel del Louvre, el último evento de Todt como presidente. No acudieron Hamilton o Wolff a pesar de estar obligados por reglamento en calidad de subcampeón y vencedor de constructores. Sí estuvieron Horner, segundo clasificado de fabricantes, y Valtteri Bottas, que es piloto Mercedes por unas horas. También James Allison, director técnico de la escudería de Brackley, en sustitución de un Toto herido. También estuvieron el resto de campeones: De Vries (Fórmula E), Conway, Kobayashi y Pechito (WEC), Kristofferson (Rallycross); Milell, Toponen y Nakamura (kárting) y un ocho veces ganador que no era Lewis, sino Ogier (WRC).

Antes del evento, Verstappen compareció en la rueda de prensa de campeones del mundo. "Necesito dormir", se le escuchó a Max antes de tomar el micrófono: "Suena muy bien, campeón del mundo. Cuando lo consigues empiezan a pensar en los años que te han llevado a lograrlo, más allá de escuchar que eres el campeón. Porque ha sido una temporada muy larga”. “Me tomé una copa el domingo por la noche… (risas). Me desperté el lunes por la tarde, a las dos, con un dolor de cabeza horrible y me di cuenta de que sí, era campeón del mundo. Ha estado muy bien, pero necesito un descanso porque quise ser perfecto durante todo el año", comentó.

"Nada cambiará"

"No me cambia la vida, siempre he querido ser campeón y ahora que lo he hecho, estoy muy feliz. Pero soy la misma persona, tengo los mismos amigos, vivo en el mismo sitio. Nada cambiará, aunque estoy más relajado ahora que sé que ya lo he logrado todo en la F1", asegura. ¿Los momentos del 2021? "Al final de temporada hicimos poles y ganamos carreras donde no se esperaba, incluso alguna vuelta rápida, en Qatar. Eso valía mucho entonces".

Sobre el desenlace: "No lo siento (por Lewis). Pero entiendo que puede ser doloroso. Al final, las carreras son así. Él también ha ganado un título así y lo podrá entender. En los primeros días no estará contento, pero las carreras son así y esto puede suceder. No veo por qué podría dejarlo ahora". En cuanto a las investigaciones y apelaciones varias, ¿le afectaron? "Realmente no, lo estábamos pasando muy bien. Sabíamos que habíamos ganado en la pista".

Ahora, unos días de vacaciones salpicados aún de compromisos propios de un reciente y vigente campeón. Y mucho, mucho trabajo en Milton Keynes para que lo que sucedió en 2021, sus diez victorias y otras tantas poles frente al mejor piloto de su época según los números, no sea flor de un día. Las reglas cambian, los monoplazas de esta temporada ya no sirven para nada y Red Bull deberá esforzarse tanto para mantenerse como le costó llegar, siete años, en esta era híbrida. Dicho esto, una noche de celebración en el corazón de Europa, en París, no le hace daño a nadie. Después de 22 grandes premios y alrededor de 100 test PCR, Verstappen y todos los campeones del automovilismo internacional se lo han ganado.