Rossi: "Son momentos de los que me acordaré siempre"
"Es distinto vencer un Mundial o ganar una carrera, ya que esto es más emocionante, pero me he divertido y hemos celebrado como si hubiésemos ganado un Mundial", dice.
Valentino Rossi volvió a dejar claro que "no ha habido lágrimas" en su última rueda de prensa de su último GP como piloto, el de Valencia, donde acabó décimo, un resultado que le dejó muy orgulloso y que le permitirá vacilar por siempre a su amigo Morbidelli, que acabó justo tras él.
-¿Qué ha pensado en la última vuelta?
-He preferido no pensar en eso. Durante la carrera he pensado muy pocas veces que era la última carrera y estoy muy contento, porque ha sido una gran prueba psicológica, salir sólo a pensar en la carrera, en llegar delante y en las últimas vueltas la moto iba muy bien y yo me sentía en condiciones de entrar fuerte en las curvas. Podría decir que me he divertido y he sido capaz de frenar a Franco (Morbidelli) que estaba detrás y pegado a mí toda la carrera. Así podré decirle que en la última carrera lo he podido batir y sé que Franco es uno de los pilotos más fuertes de MotoGP. Por eso ha sido una gran satisfacción y ha sido muy bonito después de ver la bandera de cuadros a todos los pilotos ahí. Ha sido emocionante y después en el box quería hacer un poco de fiesta seria, como si hubiese ganado una carrera o un Mundial. Ha sido muy bonito hacerlo y ver a todos contentos.
-¿Hay alguna cosa en estos 26 años de competición que no volvería a hacer?
-Es difícil de decir. Reharía el fin de semana de Valencia de 2006, porque me habría concentrado más y lo habría preparado mejor. Así, seguramente no me habría caído y habría sido distinto. Después, en 2015 verdaderamente creo que yo hice todo lo que debía, pero no fue culpa mía si lo perdí y hace más daño seguramente, porque seguramente en el 2006 venía de muchos títulos consecutivos y era normal que hasta cierto punto se perdiera, porque el deporte es así, mientras que en el 2015 habría sido fantástico, porque habría conseguido el décimo título y habría sido fantástico porque habría prolongado mis éxitos deportivos seis años más pero acabarlo como acabó fue malo. Del resto no se puede decir nada.
-¿Cómo es capaz de aislarse de todo en estas condiciones bajo el casco?
-Hoy era mi última carrera en MotoGP y lo que más me satisfacía y más gusto me daba era ser piloto de MotoGP hasta el final y eso me ha dado la concentración necesaria para conseguirlo, porque sabía que así me divierto mucho más y haber hecho un buen resultado en la última carrera da mucho más gusto pues con el paso de los años podré decir que en la última carrera estuve entre los diez primeros.
-¿Cómo se plantea su futuro en el automovilismo?
-Sobre el futuro estoy contento de poder continuar como piloto, pero con mucho más tiempo libre, aunque todavía no puedo decir cómo me sentiré. Competir en coches es una cosa que quería hacer desde hace mucho tiempo y es bonito. Espero divertirme tanto como me gustan las motos.
-¿Qué ha sido más emocionante, esta jornada de su despedida, la de su primer título mundial o la de 2004 con su primer título con Yamaha?
-Si se parte de una determinada idea hoy sería un día tristísimo y no deseado, pero hasta cierto punto es una sorpresa estar contento. Es distinto vencer un Mundial o ganar una carrera, ya que esto es más emocionante, pero hoy me he divertido y hemos podido celebrarlo como si hubiésemos ganado un Mundial y ha sido bonito. Son momentos de los que me acordaré siempre.
-¿Qué le ha parecido encontrarse a Ronaldo en el box?
-Ronaldo es mi ídolo. Fuera de los deportes de motor, es el mejor deportista para mí. Me hacía emocionarme mucho cuando iba a San Siro a verle. El me transmitía a mí lo mismo que yo a mis mejores fans. Con Ronaldo entendí mejor lo que es estar en el otro lado. Fue muy emocionante verle aquí.