Márquez, adiós a la temporada
Tras una semana de descanso, el equipo comunica que Marc no viajará a Valencia ni a primeros los test de Jerez. Su problema de visión ha regresado.
Los peores rumores se han confirmado: Marc Márquez dice adiós a la temporada. El piloto del Repsol Honda Team tendrá que despedir su año de 'transición' desde el sillón de su casa, sin poder viajar a Cheste y perdiéndose el Gran Premio de la Comunitat Valenciana. El ilerdense sigue sufriendo las consecuencias de su "leve contusión cerebral", provocada por una caída mientras entrenaba enduro, que ya le dejó fuera de la carrera de Portimao, celebrada el pasado fin de semana. Pese a mantener reposo durante toda una semana, ha sido en vano, porque Márquez vuelve a sufrir uno de sus grandes fantasmas del pasado: problemas de visión.
Según indica el comunicado del equipo, tras unos días de descanso "Marc ha continuado con malestar y ha sufrido problemas de visión, motivo por el cual este mismo lunes ha sido visitado por el oftalmólogo Dr. Sánchez Dalmau en el Hospital Clínic de Barcelona". Tras los exámenes y las pruebas pertinentes, el doctor ha detectado "un nuevo episodio de diplopía (visión doble)" por el cual no podrá disputar la última carrera del año en Valencia.
De hecho, la situación va más allá y pone a Honda en un verdadero aprieto: tampoco estará en los primeros test de pretemporada en Jerez, que se celebrarán la semana que viene, el 18 y 19 de noviembre. Un nuevo contratiempo que llega en el peor momento posible. Cuando estaba MotoGP estaba más cerca de recuperar al Marc Márquez de siempre, el ilerdense vuelve a tocar fondo. Desde su regreso a la competición el pasado abril, el de Honda acumulaba ya tres victorias y un podio. La última en Misano, un trazado a derechas, que certificaba el paso adelante en su recuperación y, sobre todo, el regreso de una marca campeona a lo más alto del podio. Con eso, ya avisaban de lo que podía ser 2022.
Ahora, un nuevo tropiezo cambia los planes de la marca del ala dorada, que tendrá que comenzar su trabajo de cara a la nueva temporada sin su campeón del mundo en pista. El camino está marcado, pero su ausencia podría llegar a la fábrica al mismo punto que se ha visto en estas dos últimas temporadas. Y es que, por el momento, su lesión es indefinida, aunque Márquez ya habla de "paciencia" y "afrontar las adversidades con positividad". "Son tiempos duros, parece que llueva sobre mojado", escribía el campeón al dar la noticia en sus redes sociales.
La historia se repite
El secretismo en torno al estado de Márquez y, sobre todo, el hermetismo en HRC invitaban a pensar que la situación era más grave de lo que realmente parecía en un principio. Marc Márquez sufre un nuevo episodio de diplopía, una lesión en el ojo que le produce visión doble y que ya sufrió hace justo diez años, en 2011. Por aquel entonces, el ilerdense estuvo hasta cuatro meses de baja, visitando varios doctores y buscando una solución mientras la desesperación iba en aumento. De hecho, hasta llegó a pensar que no podría volver a coger una moto.
Ese fue, en sus propias palabras, el peor momento de su carrera deportiva y fue un golpe también el causante de la lesión. De hecho, fueron dos golpes aunque la segunda caída en Sepang, con contusión cerebral incluida, fue el verdadero desencadenante. Perdió su posibilidad de luchar por el título de Moto2 en su primer año en la categoría porque se perdió la carrera en Malasia y, como era de esperar, también la de Valencia. Pero, todo problema tiene su solución: el 16 de enero de 2012, Marc Márquez se sometió a "una parálisis del músculo oblicuo superior derecho por afectación del 4º par craneal derecho de origen traumático". Tras ello, se recuperó y ganó el Mundial dela categoría intermedia ese mismo año.