Ezpeleta: "Hay que endurecer mucho las sanciones"
Aviso para pilotos sucios: "Que vengan endemoniados no me preocupa, pero sí que sepan que hay normas que hay que cumplir. Le va caer un puro al que las incumpla".
Repaso a la temporada 2021 de MotoGP que está a punto de terninar junto al máximo responsable del campeonato, Carmelo Ezpeleta. El CEO de Dorna, a sus 75 años, asegura que le queda cuerda para rato al frente del Mundial y tiene la firme intención de hacer entender a los pilotos que no todo vale en aras de la victoria, que no se pueden tener circuitos más seguros y correr de manera más insegura. Elevar la edad mínima a los 18 años para llegar al campeonato es una buena medida, pero entiende que no la única.
—¿Cómo ha sido el año desde el puesto de mando de MotoGP?
—Cuando estuvimos en Portimao el año pasado, para hacer la última carrera de la temporada, pensaba que el 2021 iría mejor, pero no ha ido mejor y ha sido un año difícil. Hemos tenido que seguir con la burbuja, pero teníamos la experiencia del año pasado, con lo que todo el mundo tenía más claro cómo iba el tema, y llegó la vacuna, que nos permitió ir a más sitios, con espectadores y con un paddock más normal. Lo que no sabemos es si volverá a ser normal del todo, con lo que hay que seguir preparados.
—¿Por si hay más sustos?
—Claro. Yo siempre planteo las cosas pensando en cómo me quedo si no me salen como lo tengo previsto. Espero que la gente se siga vacunando, que es la madre del cordero, porque hay países en los que no ha habido tanta vacunación.
—¿Qué ha sido lo más difícil a nivel organizativo?
—Pensábamos que podía haber sido más fácil, pero no ha sido así. Lo que sí se ha podido es aumentar el número de personas en el paddock. Lo hicimos a partir de Misano, pero no se ha llegado al número que había ni se llegará, porque hemos aprendido que no es bueno tener masificado el paddock. Para darle valor a los invitados, no se puede tener tantos, también era incómodo para vivir y le quitaba a los circuitos venta de entradas. No podemos volver a tener 5.000 personas en el paddock. Eso no era lógico.
—¿Cuál es la cifra lógica?
—Como máximo la mitad de esos 5.000. El paddock es el vestuario del fútbol.
—¿Se puede decir ya que se ha sobrevivido a la pandemia?
—Sí. Se ha sobrevivido bien, pero con el esfuerzo de todos. Nosotros hacemos carreras y lo vivido en esta pandemia es una demostración clara. En marzo del año pasado nos quedamos sin carreras, y pudimos hacer 15 y ahora vamos a hacer 18. Eso es lo principal. Luego hay que producirlas para las televisiones y a partir de ahí se le va ganando terreno al tema. Si no hago carreras, se acaba todo, pero si las hago y no las doy por televisión, también se acaba. Sin el dinero de los promotores y, sobre todo sin el de las teles, no hubiera podido mantener este campeonato, pagando a los equipos como si no hubiera pandemia. Los circuitos también han contribuido con un esfuerzo bestial y para nosotros era vital no contaminar masivamente y tener una burbuja sana, que se ha conseguido.
—¿Seguirá habiendo burbuja el año que viene?
—No me atrevo a decir que no habrá. Me gustaría pensar que no, pero no me atrevo.
—A nivel deportivo, lo más duro ha sido que la muerte ha vuelto a golpear el Mundial, con la pérdida de Dupasquier, y ha habido víctimas muy jóvenes en otros campeonatos. Todo ello les ha llevado a elevar la edad mínima para competir en el Mundial de 16 a 18 años. ¿Por qué?
—No hemos reaccionado porque haya habido estos accidentes. Llevamos mucho tiempo preocupados y tenemos unos asesores muy buenos, que son los pilotos, y que en la Comisión de Seguridad no sólo se preocupan de la de MotoGP sino también de las otras categorías. Cuando pasan estas cosas, te sensibilizas más. Hubo un boom para que llegaran jóvenes a las carreras, pero ya hacía tiempo que se pensaba que eso no debía ser así. No es necesario que lleguen tan jóvenes, eso es mentira. Y además de la edad, que es importante, para mí es muy importante que se sancione bien.
—Explíquese.
—Además de elevar la edad, que es muy importante, lo más importante es sancionar. Hay que endurecer mucho las sanciones, claramente. No puede ser que hayamos tenido reuniones y reuniones pidiendo que no se esperen en los entrenamientos y que se sigan esperando. Yo no me creo que sean los chicos de Moto3 básicamente los que no hacen caso. No hacen caso al campeonato, porque a su jefe de equipo sí que se lo hacen, que es el que le dice, con excepciones, que esperen rueda, que hay que sacar el tiempo. Hay que castigarles duro para que se enteren que no se pueden esperar. Yo no estoy desde 2015 involucrado en el órgano que sanciona, pero me dirijo a mi compañero, que es la FIM, y le pido que sancione, que sancione mucho, y la FIM está de acuerdo. Es como lo de pisar lo verde. Cuando yo corría, había pared, y te preocupabas de no salirte para no romperte. Eso era una barbaridad y no se puede usar ahora lo verde para correr más. Da gracias de que si te sales ahora no te rompes y queda todo en una sanción.
—¿Servirá la sanción a Öncü para rebajar los ánimos de todos?
—Creo que sí y, si no es así, seguiremos sancionando.
—Lo que hace falta es que haya un criterio igual para todos a la hora de sancionar.
—Exacto, exacto. Eso es lo ideal, pero también hay errores. Para mí es más importante que se tenga claro que vamos a ser muy estrictos.
—¿Habrá un catálogo de sanciones?
—No. Eso se ve en cada caso. Se puede tener en cuanto a lo de pisar lo verde, pero otras cosas se van viendo sobre la marcha.
—Hablando con Josete Ruiz, que es el técnico de Öncü, me decía que el problema es de educación en las casas y que los niños vienen endemoniados a las carreras desde casa.
—Es que esto de las sanciones tiene que empezar en las categorías inferiores. Desde las minigp les tienen que decir que no vale todo, y lo mismo en la Talent Cup y en la Rookies Cup. Que vengan endemoniados no me preocupa, pero sí que sepan que hay normas que hay que cumplir. Que le va caer un puro al que las incumpla. El objetivo es correr mucho y ganar a los demás, pero con unas normas. No podemos utilizar los circuitos que han ganado mucho en seguridad para correr de manera menos segura. Eso es un anacronismo. El que no entienda eso, no tiene sitio aquí.
—¿Le deja satisfecho la temporada a nivel deportivo?
—Sí. Quartararo lo ha hecho muy bien y es un digno campeón, pero ha tenido peleas todos los días y no se ha escapado en casi ninguna carrera. La renovación es constante en MotoGP. El campeonato está muy abierto, todas las marcas han hecho esfuerzos por estar arriba y las concesiones han funcionado, porque la Aprilia también es ya competitiva. Yo no le pongo ninguna pega al campeonato a nivel deportivo.
—Se nos va Rossi en dos carreras…
—A mí me va a quedar un vacío con su marcha, pero la entiendo. Personalmente, le doy las gracias por todos los años que ha estado, pero especialmente por estos dos últimos años. Que un tío que ha ganado lo que ha ganado y se tire dos años aquí intentándolo, y sin estar tan lejos a nivel de tiempos, ¿eh? Lo que pasa es que ahora se han metido 14 en este campeonato. Hay mucha más igualdad hoy que en la época de los marcianos.
—¿Qué sabe de Márquez?
—Que se ha dado un golpe y ya está.
—¿Cuánto cuerda le queda al frente de MotoGP?
—Cada vez estoy más para decisiones de arriba. Hemos cambiado mucho. Hacemos muchos comités ejecutivos. La pandemia nos ha ayudado a tener reuniones telemáticas, que son más rápidas, y hemos introducido comités de contenido y nos hablamos mucho. Estoy muy tranquilo porque la gente ve cómo hay que hacer las cosas y vamos en una línea. Todavía creo que puedo aportar cosas y las aporto, pero creo que cambiaría poco si yo no estuviera. Faltaría la experiencia mía, pero hay un equipo muy preparado. Me encargo de las cosas generales y las cosas que hago las hago con alguien para que vaya aprendiendo. Estamos preparando una transición que puede ocurrir cuando sea, pero de momento los accionistas de Dorna y yo pensamos que todavía puedo aportar algo.