La otra gran pasión de Valentino Rossi

Llegó la hora de cambiar el manillar de la moto por el volante de un coche de carreras. Valentino Rossi ha decidido dejar las dos ruedas para pasarse a las cuatro y, aunque todo indica que será en circuitos, su segunda pasión como él siempre ha confesado son los rallys. Una especialidad en la que ha competido en 22 ocasiones, tres de ellas en pruebas del Mundial.

“Cuando aún era un niño corría en karts y de alguna manera empecé como piloto de coches”, explicó en su momento. Y fue en 1997 cuando debutó en su prueba fetiche, el Monza Rally Show. Al volante de un Renault Mégane Maxi copilotado por Piero Longhi, un laureado piloto italiano, comenzó a saborear las mieles de los tramos, en una prueba que posteriormente ganó en 7 ocasiones.

Pero hasta 2002 no dio el salto al Mundial. Fue en el Rally RAC de Gran Bretaña, donde decidió dar el gran paso al volante de un Peugeot 206 WRC copilotado por Carlos Cassina, el que fuera copiloto del bicampeón del mundo de rallys, Miki Biasion. Y duró poco la aventura, ya que tan sólo completó la superespecial inicial de 3 kilómetros. En el primer tramo ‘serio’ se salió en el kilómetros 18, en un prematuro adiós a su primer contacto con el WRC.

Después repitió en dos ocasiones más, en el Rally de Nueva Zelanda de 2006, donde al volante de un Subaru Impreza WRC lograba su mejor resultado, una undécima posición, y en el RAC de 2008, donde esta vez sí terminó con Ford Focus WRC en duodécima posición. Pero el italiano reconoce que aunque "me gustan mucho los rallys, se me hace complicado porque es una disciplina muy exigente".

Por ello, todo indica que correrá en circuitos. Como él mismo explicó, "tuve mi ocasión de pasar a la Fórmula 1 a finales de 2006. Hablé mucho con Ferrari. Tenía un plan serio de ser piloto de pruebas en 2007 y luego empezar a correr en 2008, pero decidí quedarme con las motos, así que eso supone que la Fórmula 1 y yo hemos terminado". Por ello, todo indica que lo pasos de Rossi se encaminan hacia la resistencia, donde desde Italia ya apuntan que correrá con un Ferrari 488 del equipo suizo Kessel Racing, culminando con las 24 Horas de Le Mans un programa de adaptación a su nueva vida.