El reto de Dani Pedrosa
El piloto de KTM reaparece casi tres años después en casa de la marca austriaca. Ningún piloto ha hecho podio en MotoGP compitiendo como ‘wild card’.
El Mundial de MotoGP se fue de vacaciones con varios frentes abiertos: la nueva y mejorada versión de Quartararo, el posible adiós de Rossi, la evolución de Márquez… Sin embargo, todos los temas que sonaban con más fuerza en el candelero, se han eclipsado en un regreso que tendrá nombre propio en Estiria: el de Dani Pedrosa. A sus 35 años, el español vuelve a la competición 955 días después, puso punto y final a su aventura en MotoGP en el GP de Valencia de 2018, y lo hará como invitado luciendo los colores de KTM. Nada que ver con lo que se había presenciado hasta ahora en su aventura como piloto dentro de la categoría reina.
Su vuelta suena como el retorno soñado, un campeón que regresa a la acción en casa de un equipo como KTM que, en un alto porcentaje, le debe la pérdida de concesiones y las dos victorias que ya ostentan en el Mundial al que ahora es su piloto probador. Casi podría ser un homenaje, ya que desde Mattighofen siempre se han deshecho en halagos hacia uno de sus “pilares fundamentales”. Y para ser perfecto, el guion solo debería añadirle a la reparación de Dani su presencia en un podio que no ha alcanzado hasta la fecha ningún piloto en MotoGP compitiendo bajo la etiqueta de ‘wild card’.
El propio piloto es consciente de que “es difícil hablar de expectativas después de haber estado tanto tiempo alejado de la competición”. Además, pese a que ni siquiera han pasado tres años de la última vez que estuvo presente en una parrilla de salida, “se han producido muchos cambios”: “La nueva generación está progresando mucho. Además, también podemos ver la velocidad a la que se está pilotando a día de hoy, los récords caen cada año y eso quiere decir que las motos también están mejorando constantemente”. Pero ese último factor no debería ser un inconveniente, ya que el propio Dani ha tenido mucha culpa de ello. Y además, está en condiciones de hacer un gran papel por montura, talento y escenario.
La KTM es la única moto que ha conseguido apartar de la victoria a las Ducati en el Red Bull Ring en las últimas cinco temporadas. Es cierto que la revolución a la que se enfrenta MotoGP es innegable, de hecho hace más de un año que ningún piloto mayor de 30 años consigue ganar en la categoría, pero los precedentes sí dan la posibilidad de que Dani pueda llegar hasta el podio como ya hicieron otros invitados en 500cc. Kevin Magee en 1987 y Daryl Beattie en 1992 aprovecharon sus wild card para terminar en el cajón y aunque de partida el objetivo de los de Mattighofen con Pedrosa es otro, puestos a soñar también se puede creer incluso en la victoria.
Mentalidades diferentes
Pese a que su aparición estrictamente no fue como wild card, la victoria de Troy Bayliss en el GP de Valencia 2006 es la más recordada hasta la fecha. Como premio a su título de SBK, el australiano tuvo la oportunidad de suplir al lesionado Sete Gibernau en la última cita de esa temporada y fue juez en una carrera trascendental para las aspiraciones de Hayden y Rossi en el campeonato. El Ricardo Tormo decidió el título de la cilindrada, que cayó del lado del americano, y sin embargo el ganador fue un recién llegado que cerró el año de la mejor forma posible. Aunque sí venía rodado de la adrenalina de las carreras, algo que condicionará a Pedrosa.
Que no ha perdido contacto con el mundo de la competición es innegable, pero “la mentalidad de un gran premio es muy diferente a la de un test” y por lo tanto, el primer objetivo será “disfrutar del fin de semana”. A partir de ahí, Dani trabajará en piezas nuevas con las que seguir impulsando a KTM puesto a que ya no tienen concesiones y no gozan de test ilimitados durante la temporada. Y si al final terminan llegando los resultados, la celebración será por partida doble. Porque tener de nuevo a un tricampeón sobre el asfalto ya es la primera fiesta.